Capitulo 134

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Tres Días después:

Willow:

Esperaba sentada en la cama, reposé mi mano en mi vientre percibiendo un pequeño dolor en mi vientre, claro que ya no era tan fuerte como anteriormente… La puerta se abrió reposé mi mano en la cama tratando de levantarme, Máximo se apresuró en llegar hasta amí, me tomó del brazo ayudando a levantarme, Guido traía la incubadora donde estaba nuestro hijo, era poco el tiempo que podía verlo o tocarlo.

Máximo: No hagas ningún esfuerzo.

Willow: Solo es una cesárea, además casi no se ve.

Rodó los ojos negando con la cabeza, caminé hacia la incubadora donde estaba, reposé mi mano tratando de acariciarlo, los cristales me impedían poder tocarlo.

Máximo: ¿quieres abrazarlo?

Miré hacia Máximo mientras mis ojos se iban humedeciendo, asentí con la cabeza, Guido rodeó la incubadora tomándome del brazo, me hizo sentar en uno de los sillones especiales para reposo de una mujer recién en dar a luz, empujó un poco el respaldo abriéndose un poco.

Willow: Los lujos que tiene una madre primeriza.

Máximo: Este es uno de los mejores hospitales de Canadá.

Willow: ¿Cómo sigue Siena?

Máximo: Ya he pedido que le retiren la anestesia, necesito que empiece a despertar.

(Escuchen- Photograph, Ed sheeran)

Abrió una de las pequeñas puertecitas de la incubadora, me daba un poco de miedo al ver que tenía muchas cosas conectadas a su cuerpecito, Guido ayudaba en todo momento a Máximo, al parecer sus roces del pasado no tenían cabida en este momento y en lo que venía para todos.

Entreabrí mis labios   al ver que con mucho cuidado y amor lo iba sosteniendo entre sus manos, Guido estaba con la sonrisa en sus labios recorriendo los tubitos y mangueritas que lo alimentaban y mantenían respirando. Entre las manos de Máximo parecía un muñequito que solo se movía estirando sus manitas en busca de abrigo. Mordí mi labio inferior cuando lo acercaba hacia mí, lo alzó un poco dejando un beso en su mejilla.

Extendí mis brazos queriendo ya tocarlo, sentir su calorcito y sobre todo sentirlo parte de mi.

Guido: Es hermoso.

Lo iba dejando con cuidado en mis brazos, mis lagrimas empezaron a caer poco a poco sobre mis mejilla. Miré hacia Máximo que juntó sus labios sobre los míos.

Guido: Creo que salgo mejor.

Máximo se apartó mirando hacia Guido, sonrió negando con la cabeza, solo escuché cerrarse la puerta.

Lo miraba que es tan perfecto, muy pequeñito. Pasé hacia Máximo, él tampoco apartaba su mirada de él.

Willow: Las niñas ¿ya lo conocieron?

Máximo: ¿crees que se iban a esperar? Fiorella ya dijo y decidió que días y horarios lo tendría ella. Deani… no quería dejar de acariciar su manita.

Acomodé al bebé sobre mi pecho, Máximo muy atento, acomodaba sus mangueritas, hasta parecía que sabía quien era que extendió sus manitas queriendo abrazarme.

Willow: Sabe que soy su mamá.

Máximo: aunque no lo creas reconoce tu voz, tu aroma y el latido de tu corazón. Eso es inconfundible. Además que él y tú tienen un sist… Tienen conexión especial.

Ladeé mi rostro mirándolo, es tan bello, dejé un beso en su mejilla, Máximo se sentó suavemente el reposero del sillón, dejó un beso en mi hombro causando que hasta mi corazón latiera a mil por hora… sus dedos rosaban sobre mi piel, haciendo que lo mirara fijamente. Esos ojos tan encantadores preparados para la seducción.

Capitulonsin censura. Mi Cielo... Mi infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora