Máximo:
Darío revisaba todos los medicamentos que le había puesto a Siena. Los dos nos manteníamos en completo silencio. Me acerqué a la cama mirándola fijamente, pasé mi mano por su cabello, estaba toda entuba, le habíamos dejado en estado de coma.
Darío: Se me hizo bastante raro que me diga Celia que estaba la puerta con seguro.
No apartaba la mirada de ella, sentía un dolor y una pena tan grande, su gran ilusión de ser madre era demasiado, cada que descubría que estaba embarazada era un logro más para ella, tanto que había tardado para reponerse de todo lo malo que con lleva en no poder hijos, lograrlos bajo tratamiento y que ahora que pudo lograrlo por si sola lo haya perdido.
Cerré mis ojos negando con la cabeza, no quiero pensar en que debe sentir Angel si es que ya le notificaron.
Máximo: ¿Cómo Darío? ¿Cómo es que estas personas se están acercando?
Levanté la mirada hacia él, negó con la cabeza sin dejar de mirar a Siena. Pasó su mirada hacia mi.
Darío: Aunque Willow esté lejos, estas personas no descansarán hasta dar con ella.
Bajé la mirada, volvía mi atención hacia Siena, ella no se merecía esto, ella no tenía nada que ver en todo esto, ella no sabe pelear, no sabe defenderse, ¿Por qué atacarla de esa manera?
Mi móvil empezó a sonar. Lo sostuve mirando la pantalla. Tomé la llamada.
- ¿Qué sucede Hector?
- Ya tengo los videos.
- Ahora voy.Terminé la llamada, me acerqué dejando un beso en su frente.
Máximo: Vas a estar bien querida Siena.
Darío: Dimitri. Siento que no fue necesario evacuar todo el hospital.
Máximo: siguen llegando a este hospital menores, ahora con sobredosis de droga que la hacen pasar nuestra.
Darío: ¿Cómo?
Extendí mi mano hacia Darío, sostuve su brazo alejándonos un poco de ella, quizá esté en estado de coma, pero el subconsciente podía tomar como referencias algunas palabras, lo que menos quería es que no pudiera descansar.
Máximo: necesito los resultados de una muestra que Suset debió dejar en el laboratorio.
Darío: primero utilizan su nombre para que el mundo entero deje de creer en usted, ahora la droga para hacer caer a los suyos, esto no es normal. No me parece nada normal.
Miré hacia Siena, tenía muchas cosas en mi cabeza, pero lo cierto es que las cosas iban a emporar si no damos respuesta ante esto.
Máximo: Darío, eres uno de los que confío, en el hospital tenemos a muchas personas nuevas, pero todo esto empezó desde la muerte de Beida, todo se ha ido relacionando, con la mafia roja y cosas… que bueno… ya sabes.
Darío: quieren desprestigiarlo, no hay de otra, quieren ocupar su lugar.
Máximo: Más bien nos están cazando, lo hacen queriendo llamar nuestra atención, date cuenta, Keila, Mavie, Siena.
Darío: Cualquier médico que esté a su alrededor puede seguir.
Pasé mi mano detrás de mi ropa, saqué un arma entregándosela, entreabrió sus labios negando con la cabeza, la miraba pero sin tomarla.
Máximo: sé que tienes un juramento provida, pero no me gustaría saber que las personas cercanas puedan estar en dificultades. Tómala.
Darío: No, claro que no.