Capitulo 24

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(escuchen- The Mass, Era, versión extendida)

No me iba a quedar de brazos cruzados, escuchaba los pasos apresurados de Darío, oprimía tan rápido sin detenerme el botón del ascensor, Darío sujetó mi mano.

Darío: ¿Qué te sucede Willow?

Willow: Tengo que ir con mi madre, si el director está con mi madre, le pueden hacer daño.

Las puertas se abrieron, claro, para Darío es complicado creer que la gente que se rodea sea capaz de hacer daño, pero lo que él no sabía que estaba trabajando con estas personas que hacían daño, no sé si era para tener sus órganos, o sacar algo de estas jovencitas, pero mi madre no iba a pagar por algo que solo él se tenía la culpa.

Darío: Dijiste que aquí estaba la persona que dañó a Wellia. ¿Quién es?

Miraba los números del ascensor, ya estábamos por llegar al ala donde mi madre se encontraba, nada de esto era normal, médicos metidos en todo esto, Darío con el estrés de querer saber. Los Fiscales estaban igual en este lugar, negué con la cabeza, muchas preguntas que no lograba encontrar respuestas, pero de que algo estaba pasando en este hospital lo estaba pasando.

Las puertas se abrieron, salí de un solo paso, me sostuvo del brazo haciendo que hasta por poco y me caiga. Le solté un fuerte golpe, empezaba a jalarme con fuerza hacia una de las habitaciones que abrió la puerta adentrándonos a ellos. Cerró la puerta reposando sus manos en su cintura.

Darío: Dime por un demonio que es lo que te pasa.

Willow: Es muy cara la cuenta de este hospital, tengo que dar con el director y firmar el alta de mi madre.

Darío: Te dije que me haré cargo de ese gasto.

Willow: No, no es necesario, Darío…

Cubrí mis labios con mis manos, no iba a decir nada de lo que Wellia decía en su carta, pero no quería involucrar a Darío con nada de esto. Necesitaba estar alejada de cualquier cosa que Darío pueda saber.

Willow: No Darío, tú y yo no somos nada, terminamos y no quiero nada que venga de ti.

Darío: deja que te ayude.

Negué con la cabeza, sé que las cosas entre Darío y yo no tenían remedio, él falló, él tenía que hacerse cargo de las consecuencias de sus propios actos.

Willow: No, si acepto, me quedaría atrapada a un destino que no quiero. No te quiero más cerca de mí ni de mi madre.

Darío: No es algo que tengamos que hablar, ahora lo dices por que el dolor que llevas dentro.

Me acerqué sosteniendo su mano, negué con la cabeza, levanté mi mirada hacia é, rosó delicadamente sus dedos en mi mejilla, cerré los ojos volviendo abrirlos, esbocé una sonrisa.

Willow: Se acabó Darío, te estoy agradecida que hayas dicho a la doctora que iba a venir mañana. Aquí estaré a primera hora.

Darío: Willow.

Solté su mano, acariciando su mejilla, negó con la cabeza, iba a sostener mi mano y la aparté. Caminé hacia la puerta, miré hacia la puerta del ascensor que las puertas se estaban cerrando, caminé directo hacia la habitación de mi madre.

Darío: WILLOOOOOW.

Abrí la puerta de la habitación viendo a mi madre que tenía los ojos abiertos, cerré la puerta de inmediato dejando reposar mi cuerpo en la puerta, cerré mis ojos negando con la cabeza.

Madre: hija.

Willow: Mamá.

Abrí mis ojos corriendo directo a los brazos de mi madre, ella extendió sus brazos apretando mi cuerpo, el dolor de saber la verdad era peor que seguir callando.

Capitulonsin censura. Mi Cielo... Mi infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora