Capitulo 87.1

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Willow:

Entreabrí los labios, negaba una y otra vez con la cabeza.

Máximo: ¿Qué sucede?

Pasé otra foto, viendo que era el mismo hombre que siempre me miraba de una manera que no me agradaba.

Willow: Este hombre ¿Quién es? Por que está con Wellia y ese doctor.

Bastian: Pensamos que nos dieras esas respuestas.

Máximo levantó la mano evitando que siguiera diciendo algo Bastian, pero no lo conocía, pero como que en mi memoria se me hacía conocido, pero no sabía de donde.

Máximo: ¿Lo conoces?

Willow: Recuerdo que este hombre muchas veces mandaba copas hacia donde me encontraba, me negaba y hubo un problema en el restaurante donde estaba, así que me salí de ese restaurante.

Nahir: ¿Alguna vez bebiste algo que te dio?

Negué con la cabeza, no l o hice por que el simple hecho que siempre estaba como vigilándome, ahora que veo las fotos no me equivoqué.

Willow: No, pero una noche mandó unas cajas con una compañera.

Santino: ¿Qué contenían?

Willow: No lo sé las tiré.

Bastian se acercaba, Valentina le entregó otra carpeta. Hasta parecía que para él era de lo mejor cualquier cosa que pudiera decirme, miró hacia Máximo que rodó los ojos negando con la cabeza.

Seguí mirando las fotos, mi corazón me dolía en ver que Wellia estaba con esos hombres que le hicieron daño y ella inocente sin saberlo. Mis ojos empezaron arder formando pequeñas lagrimas en mis ojos, dejé caer unas cuantas lagrimas.

(Escuchen- Winter Strings, Fede García)

Deslicé mis dedos sobre la foto donde se veía a Wellia feliz, confiando en una persona que le haría cavar su propia tumba. Me senté sin apartar mi mirada en ella.

Máximo: Willow, sé que para ti es doloroso saber que Wellia estaba con esas personas.

Willow: No, ella no estaba, la hicieron acercarse a ellos.

Máximo: No fue así.

Levanté mi mirada hacia él, tragué saliva al escuchar sus palabras que había algo más que decirme. Le arrebató la carpeta a Bastian, lo miró de mala manera abriendo la carpeta, la dejó en la mesa. Dejé las fotos a un lado, sostuve los documentos alzándolos, empezaba a leerlo.

Semion Moguilevich… Jefe y creador de la Mafia Roja, su especialidad en células regenerativas, puestas a prueba con cuerpos sin vida, procedimiento no aceptado por la salud.
Esposa: Wilma Osetti Zanetti, oficial de la Fiscalía rusa.
Hija: Wellia Osetti Zanetti, gimnasta artística con preparación inconclusa.

Lo volvía  a leer una y otra vez, no lograba procesar la parte que Wellia era hija de este hombre y mi madre estaba casada con este hombre que se dedicaba a la mafia. Esto parecía mentira. Bajé la mirada, negué con la cabeza.

Máximo: ¿Sabías que Wellia y tú no son hermanas?

Cerré los ojos con fuerza, esto era mentira, pero recordé cuando Máximo y yo estábamos discutiendo en el hospital y dijo que Wellia y yo no somos hermanas. Negué con la cabeza, claro que no tenía idea de lo que estaba diciendo.

Willow: Wellia y yo somos hermanas.

Máximo: Los estudios realizados a ti y a Wellia, nos arrojaron muestras diferentes. Tan diferentes que no coincides en ningún patrón, solo el de Semion.

Capitulonsin censura. Mi Cielo... Mi infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora