Willow:
TIIIIN!!!!
Las puestas del ascensor se abrieron, pero por la parte de atrás, me di la media vuelta, miraba el pasillo blanco, este pasillo que si lo conocía, di un paso hacia afuera asechando el lugar, todo parecía pulcro de limpio, como si nadie estuviera, como si todo mundo supiera que vendría a este lugar. Salí quedando completamente quieta, giré un poco viendo que las puertas no se cerraban como anteriormente hubiera hecho en los pisos anteriores. Aparté mis lagrimas, reposando mi mano en mi pecho.
(Escuchen- Infinite White, Steve Jablonsky)
TUN..TUN.. TUN.. TUN.. TUN..
Los latidos de mi corazón tan fuerte que hasta con mi mano podía sentir como se iba marcando cada latido en mi pecho. Tragué saliva dando mis primeros pasos, el silencio en este lugar era de lo más horrible que podía haber tenido presente.
Mis pies me respondían por momento y en otros hasta se quedaban pegados en el piso blanco sin una sola mancha. Olía extraño, no como los olores típicos y característicos en un hospital, este olor era diferente.
Una puerta era la que separa de lo que podía ver como limpio y perfecto y del otro lado no saber que encontrarme. Tenía la tarjeta que le había robado a Máximo, la miré apretando entre mis manos, allí estaba el lector a un lado de la puerta. También tenía reconocimiento ocular, tragué saliva, me sentía muy nerviosa en no querer dar el primer paso.
Willow: (voz entrecortada) Va…mos, ya estamos… aquí.
Pasé la tarjeta sobre el lector, marcaba una luz roja, luego una naranja, amarilla quedando verde… por ultimo una azul.
“DIMITRI FIORELLI, ACCESO PERMITIDO”
Cerré los ojos con fuerza, Darío no me mintió para nada en decir que Máximo y Dimitri eran la misma persona. Mis lagrimas rodaban por mis mejillas, las fui apartando cuando la puerta se deslizó abriéndose.
Entreabrí mis labios dando pasos temblorosos, abría y cerraba mis ojos al ver este cuarto lleno de cuerpos, todos cubiertos, todos sin exposición. Eran más de 10 con varias cosas aun lado de las camillas, me acerqué poco a poco al primero viendo sobre una de las mesitas la ficha clínica que le pertenecía, la sostuve entre mis manos, hasta temblaban, metí la tarjeta en mi jeans apartando mis lagrimas.
“Sara Turunen, 15 años: autopsia denegada. Cuerpo en estudio…”
Negué con la cabeza al saber que esto era un crimen total, hacer que las personas piensen que no les hacen la autopsia cuando estos miserables las hacían sin autorización, ¿Cómo era posible esto? ¿Por qué este lugar era así?
Willow: Malditos, malditos locos y enfermos.
Dejé la ficha clínica acercándome a la mesita donde habían unas bolsitas con suciedad en color negro, intenté tocarla pero mejor no, no fuera ser lo que decía en la descripción de Wellia que eran droga dentro de los cuerpos. Di varios pasos hacia atrás, chocando con otra mesa, miré la ficha clínica de otra chica.
“Bruna Ornela, 13 años: autopsia Denegada. Cuerpo en investigación”
Una para estudio, otra para investigación, negué con la cabeza, creen estas personas por ser doctores se creen Dioses que pasan por encima de las decisiones de los padres.
Caminé hacia otro cuerpo viendo lo mismo, al parecer todas habían negado las autopsias, no había nada peor que saber que ellos hacían lo que querían… me acerqué a una de las mesas donde había una lista de nombres…
“Recinto de Vita”
Era una funeraria, cubrí mis labios al ver los nombres de estas chicas.
- Bruna Ornela: Cenizas entregadas.
- Sara Turunen: Cenizas entregadas.
- Briana Olsea: Cenizas entregadas.
- Sofía Lenis: Cenizas entregadas.
- Carla Ambrosio: Cenizas entregadas.
- Cecilia PAtti: Cenizas entregadas.
- Katita Pliego: Cenizas entregadas.
- Morgan Valbuena: Cenizas entregadas.
- Wellia Zanetti: Cenizas entregadas.
- Usuia Cerratti: Cenizas entregadas.
Negué con la cabeza, levanté mi mirada hacia el frente, ¿Cómo entregaron cenizas si los cuerpos están aquí?
Sin soltar la lista revisaba los nombres de las fichas técnicas, coincidían con cada una de las cenizas entregados.
Willow: TODO ESTO ES UNA BURLA, UNA VIL MENTIRA… MALDITOSSS…
Terminé de revisar todos los nombres de los cuerpos que estaban en este cuarto, todos aparecían en la lista. Pero me faltaba uno…
El cuerpo de Wellia no estaba en este cuarto, pero estaba en la lista de cenizas entregadas. Cerré mis ojos con fuerza abriéndolos… Mi atención se fue hacia una puerta central al fondo de este lugar. Solté la ficha clínica de la que tenía por ultimo revisado.
Caminé a pasos cortos hacia esa puerta, me detuve en la salida de este cuarto donde la separación hacia el otro cuarto era un pasillo, li miré fijamente, recordando que era el mismo donde había entrado por la parte de atrás, tragué saliva mirando al frente, crucé ese pasillo que era lo único que lo separaba, saqué la tarjeta de mi jeans, mis manos ya no las podía controlar de los nervios y de los temblores que tenía por el miedo de estar en este lugar.
Mis lagrimas caían, me quemaban completamente todo mi ser, cerré mis ojos recordando el último momento en que estuve en el recinto deportivo disfrutando de su presentación de su listón, la manera tan perfecto que lo hizo, el brillo particular en su rostro demostrando sus capacidades, bajé la mirada cerrando mis ojos con fuerza. La levanté acercando lentamente la tarjeta. La deslicé sobre el lector que la luz que emitió fue roja pasando en color azul.
“DIMITRI FIORELLI, ACCESO PERMITIDO”
Di un paso hacia atrás, la puerta se deslizaba como si fuera cámara lenta saliendo lo frío del lugar que se mantenía tan helado, ¿Cómo para que? Para conservar más cuerpos, se suponía que los cuerpos estaban entregados en cenizas…
(Escuchen- Hold On, Chord Overstreet)
Entré mirando fijamente en una de las planchas que estaba en medio de todo el cuarto. Parpadeaba con dificultad, las puertas se cerraron, pero podía sentir algo tan extraño al estar en este cuarto, solo en este cuarto en específico.
Mis lagrimas, se deslizaron que no solo ardían, quemaban, parecía que atravesaban mi piel dejando marcas en mi rostro, marcas de dolor.
La ficha clínica estaba a un lado, pero… me acercaba con mucha dificultad hacia el cuerpo… quedé enfrente solo miraba la sabana que era muy diferente a las que estaban en el otro cuarto. Levanté mi mano encima cerré mis ojos, el llamado de la sangre o lo que fuera, podía sentirlo. Abrí mis ojos sintiendo arder por completo. Sostuve las orillas de la sábana, empezaba a bajarla lentamente y con mucho cuidadoooo….
Miré fijamente el bello rostro de Wellia que parecía no estar en estado de descomposición.
Negué con la cabeza. Mi cuerpo me pesaba demasiado, solté las orillas de las sabanas dejando caer mi cuerpo de rodillas… levanté mi rostro hacia el techo viendo todo como si fuera una luz tan intensa que quemaba mis ojos.
Willow: NO, NOO, WELLIA NOOO. NOOOOOO… NOOOOO….
** Las luces del hospital empezaban a parpadear, se encendía y apagaban, empezaron a irse apagando por completo, todos el hospital no entendían lo que estaba sucediendo, unos se movían de un lado y del otro tratando de sujetarse de donde podían, los pisos se removían como un temblor, pero no era temblor, era una energía que apenas despertaba**
En alguna parte del hospital:
Nahir: aaayyyyy…
Me sostenía de donde podía, mi cuerpo era atraído hacia el piso haciendo que reposara mis manos en el piso, trataba de levantarme pero como que la gravedad era demasiada que casi no podía hacer que me moviera.
Nahir: Cubranseee…
Las enfermeras y muchos pacientes no entendían y yo menos, pero sus rostros de miedo era demasiado notorio, saqué mi móvil, enviando un mensaje a Máximo, pero hasta eso, no había señal, se detuvo el movimiento quedando todo completamente sin luz.
Enfermera: Señora Nahir… ¿Qué sucede?
Varias linternas empezaron a encenderse.
Nahir: La planta de emergencia.
Las asistentes estaban marcando.
Asistente: No tenemos señal. No hay líneas.
Uno de los enfermeros me ayudó a poner de pie, ¿Qué era esto? ¿Qué había pasado? Mi móvil se encendió, mandé un mensaje a los demás. Esperaba que estuvieran cerca.
