Wilma Madre de Wellia y Willow:
Removí mi cuerpo, abrí mis ojos empezando a sentarme en el sillón, sostuve mi móvil viendo que eran las 5:10 am, miré por ambos lados ni una ni la otra habían llegado. Me puse de pie, viendo que estaba lloviendo a cantaros, caminé hacia la cocina, era hora de preparar un buen café, Willow ya no debería tardar en llegar y debe estar super trasnochada. Ni que decir de Wellia.
Bostecé con una fuerza que hasta yo misma estaba adolorida. Puse el café encendiendo la cafetera, esperaba que me despertara por completo, muchas cosas por hacer entre la boda de Willow, llevar a Wellia a celebrar como se debe.
Sostuve el móvil, encendiendo, me puse a revisar las llamadas y los mensajes, negué con la cabeza, dejé el móvil boca abajo.
Madre: Esas niñas, ni un solo mensaje. De antes hasta me marcaban avisando donde estarían.
Sonreí dando cuenta como iba pasando el tiempo conforme iban creciendo, pensar que las dos ya son todas una mujeres, mis pequeñas que disfruté mucho cuando eran pequeñas, ahora cada una tiene sus compromisos y sus propias amistades.
ZZZZ!!! ZZZZ!! ZZZZ!
Tomé el móvil viendo la llamada de Willow, reí un poco pero por la hora de seguro se había quedado con Darío, iba a tomar la llamada cuando miré que había agua por el piso. Dejé el móvil hacia un lado… caminé quedando frente al charco de agua. Veía que había caído agua por toda la escalera.
Madre: La lluvia, no puede ser.
Empecé a subir las escaleras, la duela de madera, quedaría demasiado húmeda, tendría que ponerme en contacto con el resanador…
Terminé de subir las escaleras, miraba del otro lado pero estaba seco, avancé siguiendo el charco de agua, miré directo hacia la habitación de Wellia, de seguro la tubería o ella por descuidada había dejado abierta alguna llave. Me detuve frente a la fuerte, sostuve la perilla de la puerta abriendo sigilosamente, miré hacia su cama, pero ella no estaba, abrí dejando completamente abierta la puerta.
Mi mirada se fue directo hacia la puerta del baño donde se marcaba que de allí provenía el agua. Negué con la cabeza.
Madre: Ay Wellia, dejaste una llave abierta.
Claro tenía que ser eso, más que nada por la desesperación que andaba a toda prisa, miré hacia el ventanal, la lluvia estaba peor que otras veces. Sostuve la perilla de la puerta del baño abriendo con fuerza…
Me quedé completamente paralizada, negué con la cabeza desesperada corriendo hacia la tina. El agua estaba transparente…
Madre: Wellia… hija… Mi amor… Nooo hija… hijita.
Metí mis manos entre el agua sacando el cuerpo de mi hija húmedo y frío. Justé mi rostro con el de ella.
Madre: Wellia… WELLIAAA… ¿Qué HICISTE HIJA? ¿Qué HICISTE MI AMOR?
Su cuerpo se resbalaba de mis manos por lo mojado que estaba, jalé el tapón de la tina, poniéndome de pie jalando su cuerpo de ella, parecía que no se movía, que no estaba respirando.
Necesitaba saber lo que le estaba pasando, negaba con la cabeza, sintiendo como mi corazón estaba por detenerse igual.
Madre: WELLIA MI AMOR, ABRE TUS HERMOSOS OJOS, MI AMOR, ¿Qué TE PASO? MIRA COMO ESTAS… WELLIAAAA… WELLIAAAA… HIJA NOOO MI AMOR… QUE TE HICIERON… HIJAAAAA, POR FAVOR HABLAMEEE, HABLAMEEE, MI AMOR, NO TE QUEDES SIN DECIRME NADA… AYUDAAAAAAAAAAAA…… AYUDAAAAAAAAAAA…..
No sé si gritaba a todo pulmón, no sé si nadie podía escucharme pero se me estaba dificultando el poder hablar, dejé el cuerpo de mi hija sobre la tina, viendo que el agua ya se había bajado. Salí corriendo del baño, me di un tremendo resbalón por el agua y la humedad que se había vuelto pegajosa en la duela.