"ESTE ES EL ÚNICO CAMINO HACIA LA FAMA" (En edición)

Capitulo 78 "Lunes- Camus"

Un poco de todo en esta vida no hace daño o al menos eso es lo que piensa una chica, pero cuando estas con un conde o como ella le dice el chico que parece de 40 se te pasan muchas cosas, porque al momento de estar ahí con el en una fiesta es un poco estresante, pero tienes que verte linda, amable y cariñosa cosa imposible viendo tu personalidad, eso era lo que ella pensaba, su cabello atado, una playera roja con negro y un pantalón negro junto con un sombrero negro.

Sandy: Falta poco para que todo termine.- susurro para ella mientras estaba agarrada de la mano de aquel conde.

Camus: ¿Dijiste algo?- pregunto mientras besaba la mano de la chica.

Sandy: Para nada.- sonrío, acepto la muestra de cariño y acaricio la mejilla del conde con ternura para luego juntar sus labios en un dulce beso.

Él la tomo de la cadera para profundizar, a lo que ella rodeo su cuello con los brazos. Al separarse ambos sonrieron.

Camus: Le falta algo a esto.- dijo mientras comía un trozo de pastel.

Sandy: ¿Ah? ¿Qué es?- preguntó tiernamente.

Camus: No lo sé.- dijo mientras comía otra porción.

Sandy: Déjame probar.- abrió la boca y el le dio un poco de su manjar.- tal vez le falta un poco más de azúcar, o tal vez chocolate.

El conde la miro tiernamente, mientras hablaban de cosas triviales y de cosas sin sentido.

Camus: Por cierto ¿Quién te hizo esas marcas?- preguntó con cierto fastidio.

Sandy: Las personas celosas de otras para que alguien sea solo de ellos.

Camus: Eso no se hace, te tienen que tratar como una princesa, como la flor más hermosa del mundo.- se sonrojo un poco por aquellas palabras pues si tenía que actuar lo haría bien. Tal y como una damisela en apuros lo haría aunque ella quisiera quitarse aquella mascara que la atormenta y mandar muchas cosas al carajo rápidamente y eficaz.

Pero no lo haría tan fácil, nunca le ha gustado perder y menos ahora que la vida le dice un adelante. Para interpretar a aquel personaje.

Sandy: ¿Tu lo harás?- preguntó tiernamente.

Camus: Claro que si.- respondió para después seguir.