Capítulo V

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Nívea despertó a Allen a las 7 en punto de la mañana y lo llevó al salón de estar para tomar el desayuno. Aquel salón también tenía una pantalla pegada en la pared, aunque más pequeña que la del salón principal. En esa pantalla Allen pudo ver bocetos de doce extrañas criaturas, mitad humano, mitad animal.

—Lo que ves son registros de los 12 Demonios del Apocalipsis —le explicó Nívea mientras se servía su desayuno. Allen se sentó junto a ella sin despegar la vista de la pantalla y comenzó a comer su desayuno.

— ¿Qué es lo que saben de ellos? —preguntó con curiosidad el chico mientras se servía una tostada. La líder se tomó su tiempo antes de contestar.

—Que son 12 —bromeó y ambos rieron un rato. Luego de tomar un trago de su café, contestó en serio—. Sabemos que son demonios mitad humano y mitad animal, que algunos de ellos pueden dominar los elementos como el fuego y el agua y que sus nombres provienen de las doce deidades romanas. Pero en general, nos quedamos cortos de información con respecto a ellos. Es muy probable que ellos tengan ventaja sobre nosotros en cuanto a información.

—¿Cuánto tiempo tenemos antes de que vengan a nuestro mundo?

—Tampoco lo sabemos joven Allen. Aunque calculamos que dentro de un mes ya deberían estar aquí —reconoció la mujer mientras terminaba su desayuno y se ponía en pie—. Pero como no sabemos nada, es probable que nuestro cálculo sea errado. Ahora vamos, comenzaremos tu entrenamiento.

La líder tomó al chico del cuello de su camisa y lo arrastró a la salida, mientras Allen intentaba tragar a toda costa el pedazo de tostada que tenía atorado.

Al mismo tiempo, en el Inframundo, el último de los 12 Demonios del Apocalipsis se liberaba de su sello y la reunión de los demonios daba comienzo.

Júpiter, el demonio líder, reunió a los demonios en el palacio del Área Sombría para comenzar con la planificación de su invasión al mundo humano.

—Somos once demonios... —indicó el demonio Apolo mientras observaba a los  demonios allí presentes. Luego encaró a Júpiter enseñando sus fieros colmillos—. ¿Por qué no estamos todos?

—Calma tú ímpetu, Apolo —dijo el demonio con su habitual voz tranquilizadora—. "Ella" lleva un tiempo en el mundo humano reuniendo información para nosotros. Fue la segunda en despertar y por eso se ofreció para infiltrarse en el mundo humano.

—¿Sabes si ha descubierto algo que nos sea de ayuda? —preguntó el demonio sentado a la derecha de Apolo. Su aspecto era el de una salamandra humanoide, con un pequeño cráter de volcán en su pecho, y con una larga y gruesa cola terminada en punta de flecha.

—Así es, hermano Vulcano —Júpiter asintió y tomó asiento, no sin antes dirigirle una última mirada a Apolo, quien se calmó y se sentó bufando.

—Compártela con nosotros, hermano Júpiter —pidió una de las demonios sentada cerca del líder. Tenía forma felina y su piel era entera de color grisáceo.

—Tranquila hermana Vesta, lo haré —Júpiter le dirigió una sonrisa y sacó un papel dentro de un sobre y lo enseñó a sus compañeros. En el aparecía la foto de un joven de cabellos negros—. Encontramos a Pendragón.

—¿Ese enclenque es la reencarnación de Pendragón? —se burló otro de los demonios. Era mitad Toro y sus cuernos eran el doble de grandes, además tenía el cuerpo más robusto de los demonios presentes.

—No te burles hermano Marte, las apariencias engañan —le dijo Júpiter aunque rio de la misma manera junto con sus compañeros. Hizo un ademan para acallar las risas y prosiguió—. Tiene uno de nuestros escarabajos espías siguiéndolo, así que como se imaginarán, ya conocemos la ubicación del lugar en el que se ocultan.

Las palabras de Júpiter fueron seguidas de una explosión de júbilo, vitoreo y aplausos por parte de los demonios. Júpiter sonrió satisfecho y se puso en pie, siendo secundado por la demonio a su lado, Juno, quien tenía los rasgos más humanos de todos los demonios, mezclados con unas hermosas alas de pavo real en su espalda.

—Mi amada Juno, pronto acabaremos con todos los inmundos humanos —le dijo con malicia, provocando una sonrisa en el rostro de la demonio.

Los once Demonios del Apocalipsis presentes comenzaron una fiesta que duraría tres días, siendo el preludio de la desesperación que sembrarían en el mundo humano.

Los Caballeros de la RealezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora