Capítulo XIX

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Sin perder tiempo, Boric y Hiro materializaron sus armaduras mientras los demonios se acercaban a ellos. La de Boric era una armadura plateada, con brazales robustos, guanteletes rojos y una capa blanca que se había desplegado en su espalda. La de Hiro era una armadura azulina, con hombreras en forma de mandíbulas de dragón, con unas escamosas alas de dragón blancas y azules en su espalda. En su ante brazo izquierdo tenía incrustado un escudo grisáceo, mientras que en la cintura tenía atada una katana cuya hoja era de color azul.

Los 4 caballeros saltaron al unísono de la azotea y se lanzaron contra los demonios. Khroro lanzó una descarga eléctrica, Thomas embistió con su hacha, Hiro desenfundó su katana y lanzó un corte luminoso en forma de medialuna, y Boric atacó con sus puños. El choque de los caballeros y los demonios provocó una enorme explosión y el humo se apoderó del lugar. Los 4 caballeros cayeron y tomaron posición en círculo, a la espera del ataque de los demonios. El primero en atravesar el humo fue Apolo, quien embistió con su puño ardiendo en llamas a Boric. El caballero utilizó su poder y golpeó el suelo con su puño, levantando un bloque de tierra que golpeó en pleno mentón al demoniaco león. Apolo salió volando pero Vesta apareció en su remplazo y haciendo gala de su velocidad, lanzó una serie de kunais que Boric no logró observar. Hiro apartó a su compañero rápidamente y con el filo de su katana desvió las kunais de la gata, para luego lanzarle un corte con similar velocidad, que Vesta recibió en su hombro sin percatarse. La sangre negra brotó de la herida en la demonio y la obligó a retroceder. Por el costado aparecieron Diana y Neptuno, y ambos atacaron en conjunto con rayos de hielo y agua respectivamente. Khroro golpeó el suelo con la base de su bastón y generó una defensa eléctrica que neutralizó el ataque de los demonios. Tras eso extendió la palma de su mano y lanzó a los dos demonios un rayo eléctrico. Ceres se interpuso y creo una muralla de tierra, pero Boric atacó más rápido y destruyó la muralla con sus puños; permitiendo que un segundo ataque de Khroro golpease a Neptuno y a Diana de lleno, mientras Boric se ocupaba de mantener a Ceres lejos del chico de cabello rubio. Khroro corrió hacia Thomas, quien le hizo un banquillo para que saltase y se elevase para desde el aire atacar a todos los demonios con sus rayos. Estos los esquivaron sin problemas pero eso le dio tiempo a Thomas y Hiro de atacar. Thomas le propinó un severo golpe con el hacha a Marte en uno de los muslos, haciéndolo arrodillarse mientras que Hiro cortó en un abrir y cerrar de ojos a Mercurio y a Vulcano. El demonio mitad lobo se recuperó rápidamente del ataque y desplegó sus oscuras alas para atacar velozmente a Hiro con su espada. Hiro lo contuvo con su escudo y el choque de ambas armas generó una brisa que disipó todo el humo que quedaba. Apolo se recuperó y se elevó con sus alas de fuego para, desde lo alto, lanzar una enorme bola de fuego hacia el lugar donde demonios y caballeros luchaban. Los demonios se alejaron al ver el ataque de su compañero y los caballeros se reunieron alrededor de Thomas. El robusto caballero hizo girar su hacha sobre su cabeza a gran velocidad, generando un torbellino aún más grande que los anteriores alrededor de ellos. La bola de fuego de Apolo chocó contra el torbellino creado por Thomas y ambos ataques se anularon, disolviéndose los dos poderes.

—¡Esa es nuestra muralla infranqueable! —gritó Hiro con júbilo y desplegó sus alas para volar en dirección al demonio de fuego mientras desenfundaba y enfundaba su katana en un segundo. Antes de que Apolo se diera cuenta, cuatro cortes se habían producido en sus musculosos brazos. El demonio rugió enfurecido y observó la sangre emanando por las heridas que le había provocado el espadachín mientras Hiro tomaba cierta distancia de él. Apolo lamió su propia sangre y luego miró con fiereza al caballero.

—Me estas empezando a cabrear, bastardo —le gruñó, enseñando sus colmillos.

—No es mi culpa que seas tan lento, gatito —contestó sin intimidarse el caballero albino mientras sonreía. Apolo se apartó hacia un lado antes de que Hiro pudiese decir algo más y Mercurio apareció volando rápidamente mientras lanzaba varios cortes con su espada. El albino se sorprendió y bloqueó los ataques del lobo con su escudo. Luego chocaron espadas reiteradas veces pero Apolo se interpuso y atacó desde arriba, golpeando a Hiro con una de sus patas envueltas en fuego, lanzándolo contra el suelo. Hiro utilizó sus alas para evitar la caída y se volvió a elevar, desenfundando y enfundando varias veces su katana. Apolo volvió a recibir los cortes sin percatarse; Mercurio en tanto logró bloquearlos a tiempo.

Por otro lado, en la superficie, Boric, Thomas y Khroro se las arreglaban para enfrentar a los otros 6 demonios. Khroro lanzó su ataque eléctrico contra Neptuno y Diana una vez más pero esta vez Ceres logró interceptarse a tiempo, recibiendo el ataque con su coraza. Boric tomó al cocodrilo de su cola y lo lanzó lejos de Khroro. Lo siguió y antes de que cayese al suelo, juntó sus manos para golpearlo en el abdomen, azotándolo contra el suelo. El demonio escupió sangre negra y tomó cierta distancia de Boric mientras recobraba el aliento. Vulcano apareció por la espalda del caballero y le arrojó una roca ardiendo en magma. Boric se giró rápidamente y golpeó la roca en el centro con su puño derecho, rompiéndola en varios pedazos. El caballero se puso de lado para observar a los dos demonios y les sonrió, haciéndoles una seña con su dedo índice para provocarlos a atacarlo.

—Ambos son un estorbo para Khroro, no dejaré que se le acerquen.

Los Caballeros de la RealezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora