Madrid, una mañana fría de enero.
Por fin he regresado a España. He tenido varios compromisos que cumplir a lo largo de Latinoamérica y estoy muy exhausto. Sólo quiero llegar a nuestro departamento y colmarla de besos, abrazos y caricias. Aunque sé que no es el mejor momento y tampoco lo mas romántico del mundo, he decidido dar el paso.
Siento que es con ella quien debo pasar las noches y los días, la mujer con quien quiero compartirle mis sueños y anhelos, la madre de mis hijos. Durante estos tres años de relación me he dado cuenta de que ella es muy parecida a mí y eso nos hace una pareja estable.
En el bolsillo de mi chamarra llevo la cajita, esa que en su interior lleva el resto de mi vida. Porque si, soy de las personas que cuando te casas, es para toda la vida.
La única persona que sabe de esto es Hope.
—No estoy muy segura de que lo que haces ¿Estás seguro de esto?
—Por supuesto que sí, quiero pasar el resto de mi vida con ella.
—Está bien... pero no quiero que luego vengas llorando.
—Hope, eso no va a pasar.
[...]
Decidido, entro al edificio donde vivo con mi novia. Tarareo un poco mientras subo por el elevador, saco mi móvil al notar que esa melodía me puede ser útil para una canción y la dejo registrada en una nota de voz. Poco a poco va subiendo, hasta llegar a mi piso. Camino hacia mi departamento y abro la puerta; encuentro a mi novia caminando por todo el salón de nuestro piso mientra habla por teléfono. Mira hacia mí, pero su mirada... no la veo feliz de verme.
—Ha llegado, luego te llamo —cuelga— Pablo... tenemos que hablar.
—¿De qué...? No entiendo ¿Qué es lo que está pasando? —toma mi mano para tratar de tranquilizarme.
—Seguro tienes hambre, ven vamos a desayunar y te contaré todo.
—No, me lo dices ahora mismo ¿Qué es lo que pasa? —sus ojos se cubren de lágrimas, no...
—Pablo... en estos tres años de relación ha sido muy hermosos pero... no puedo.
—¿Qué es lo que no puedes? —pregunto mientras tomo con fuerza mi chamarra, tengo que decírselo
—Seguir contigo, formar un futuro contigo —me quedo estático, sin decir palabra alguna—. Lo siento pero es que es difícil que tu pareja se quede en un lugar mientras tú estás de viaje, no es lo mismo llamarte a que estés conmigo abrazándome. Lo siento, pero... esto se ha terminado y no quiero que lo tomes a mal pero..
—¿Ya no me quieres? —pregunto en seco. Ella me mira como si le hubiese hecho la pregunta más difícil del mundo.
—Pablo, lo que estoy tratando de decir es que...
—Responde a mi pregunta ¿Ya no me amas?
—No, ya no te amo —algo se ha quebrado dentro de mí, contengo las lágrimas— sobre lo que te dije hace un momento... eso es lo que me pasa. No eres tú, Pablo, soy yo.
—Bien... me iré del departamento.
—Pablo pero....
—Es tuyo, como compensación de estos tres años. Sólo deja que empaque mis cosas.
—No, si quieres yo me voy pero...
—Déjame un momento ¿Quieres?
—Iré... a... caminar.
Sin decir más, sin más besos en los labios, se va. Y al fin... puedo llorar.
Al final... la sorpresa me la dieron a mí. Ya ni siquiera tuve el valor de sacar la cajita, porque ella misma lo dijo... no está preparada para quedarse en mi vida y con eso fue suficiente para no rogarle que se quede. Me duele... siento como si el cuerpo fuera una carga que tengo que soportar.
Me acabo de quedar a la deriva.
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Broken
FanfictionNo ha nada más que hacer. Estoy rodeado de recuerdos vacíos que, alguna vez, fueron importantes para mí. ¿De qué sirve revivir lo que ya está muerto? Esta es la historia de una relación que terminó por muchas razones. Pero sobre todo... es la his...
