N o v e n t a i c u a t r o

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Melissa

No escucho ruidos cerca de la habitación. Francamente estoy preocupada por esa mujer, estoy casi segura de que es Claudia. No lo entiendo ¿Por qué busca a Pablo después de tanto tiempo? ¿Cuál es su afán? Él jamás terminó de contarme sus sospechas sobre la ruptura de esa relación, pero puedo intuirlas: seguramente ella, cansada del ritmo agobiante que puede tener Pablo, decidió buscar una nueva experiencia, o fue seduciada por ello. Provocando la separación. 

Y ahora, que tal vez las cosas no hayan funcionado, regresa para reconquistarlo. 

—Como si fuera un maldito plato de segunda mesa —mascullo con rabia. Pero ni crea que le va a salir el plan. Si es necesario, lo defenderé con uñas y dientes. Tal como lo hice en México frente a Cristina. 

Hago ejercicios de respiración para tratar de disipar el enojo que tengo contra esa mujer y ponerme a pensar cómo rayos salir de aquí sin que nadie me descubra. 

Miro hacia la ventana que tiene la habitación y veo que conduce a un jardín, a saber si es de la propiedad Moreno o no. Pienso en la descabellada posiblidad de salir en ella cuando escuchó unas pisadas a mis espaldas.

—Ni te preocupes por irte... de todas maneras, mi hermano ya nos había contado de lo importante que te has vuelto en su vida.

Pablo

—No confiaría mucho en una reunión. Ella no es una mujer sumisa, Claudia —exclamo antes de verla irse— además... no creo ya que no tengas segundas intenciones. Pon las cartas sobre la mesa. 

—Te juro por lo más sagrado que sólo quiero conocerla.

—No puedo, Claudia. 

—Muy bien, entonces lo haré yo a la fuerza —quiero gritarle, pero no tengo ganas de armar un escándalo. 

Será mejor que suba a hablar con Mel... ¡Mi hermana! Corro a toda prisa, sin importarme los regaños de mamá, la habitación está cerrada. Por lo que procedo a abrir...

—Así que eres tú por la que mi hermanito enloqueció y fue a México. No pensé que nos fuéramos a conocer en estas circunstancias —miro a Melissa, está sumamente sorprendida, junto a una Casilda intrigada.

—¡Que te he dicho de correr por la casa! —exclama mi madre, pero creo que ese enojo se le va a pasar cuando nos ve a los tres— ¿Qué significa esto?

BrokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora