T r e i n t a i n u e v e

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Melissa

Nos quedamos por un momento abrazados. Aún siento el calor de sus manos en mi cintura, mi cuerpo está tenso. Mi corazón cambia el ritmo de sus latidos para convertirse en una locomotora. Los labios de él rozan mi cuello. 

—Hay que irnos a dormir —susurra— mañana tenemos trabajo y no por más que desee quedarme toda la mañana contigo, estoy seguro de que me vas a correr de tu cama tan rápido como amanezca.

—Sólo... —alcanzo a titubear— vayamos a mi habitación y abrázame hasta que duerma. 

—Por supuesto, dulzura. 

Dios mío... ¿Lo que siento en mi estómago, son mariposas? 

En un abrir y cerrar de ojos, Pablo ya tenía mi cuerpo entre sus brazos. Mi cerebro se desconectó en algún segundo mientras él me tenía aferrada a su cuerpo. Caminamos hasta llegar a mi habitación y me acuesta en ella. Luego él se quita los zapatos y me siento mal porque dormirá con esa ropa y no tengo algo para darle. 

Vuelve a juntar nuestros cuerpos. 

—Relájate, dulzura... estoy bien mientras estés en mis brazos. 

—Es que no tengo nada para que puedas estar cómodo —no logro decir nada más, pues me besa en los labios.

—Anda, duerme —dice bajito y besa mi frente— buenas noches. 

—Sí... —los latidos de su corazón se vuelven una nana y empiezo a ceder ante el sueño. 

Pablo 

Juego con su cabello mientras la veo dormir. Se ve tan adorable, como si fuera una pequeña. Muero por besar todo su rostro, tocar su piel, perderme en ella. En pocos días, ella ha hecho que olvide mi pasado, que Claudia se fuera de mi vida. Bastó una noche para volverme loco, una mañana para que me gustara... unos días para caer en sus redes, para terminar enamorado de ella. 

Voy a conquistarla poco a poco, le haré sentir las mismas sensaciones que yo. 

Voy a ser lo que ella quiera, todo por una bella sonrisa, por ver la intensidad de sus ojos. 

No tengo prisa en amarla, simplemente estoy deseoso de amarla sin condiciones. 

BrokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora