Broken

N o v e n t a i d ó s

Pablo

Escucho a mi mamá y a mi hermana contemplando la posibilidad de entrar a la habitación ¡Mierda!

Estoy empezando a sentirme como un chiquillo de 16 años siendo descubierto en su primera vez. La cruel ironía es que tengo 28 años y es como la tercera vez desde que ella regresó. Reprimo una risa.

—¿Qué vamos a hacer? —pregunta Meli— y ni se te ocurra sugerir que salga así de tu casa.

—Por supuesto que no... lo mejor será que responda. Mientras ve al baño y quédate allí hasta que todo se calme.

Beso sus labios antes de que ella recoja su ropa y se encierre. Me pongo un pantalón que está cerca de mí y me acuesto en la cama. Abro la ventana para ventilar y decido responder al próximo llamado.

—¿Hijo?

—¿Mamá?

—Te lo dije, mamá, estaba en fase marmota.

—Ya calla, Casilda ¿Qué pasó, mamá?

—Es que una mujer te está esperando.

—Dejemos a un lado la intriga, madre —interrumpe mi hermana— es Claudia, tu novia.

—No es mi novia —contesto, escucho que murmuran y decido abrir la puerta, verificando que Mel esté en el baño.

—Pues ella ha dicho eso... creí que habían vuelto.

—Por supuesto que no, ella vino a verme por ayuda, pero sólo como amigos. Ella está mintiendo.

—No entiendo esto —concluye mi madre— será mejor que la vayas a atender, no quiero problemas en la casa.

—Por supuesto, mamá —ella se da la vuelta y camina rumbo a las escaleras mientras que Casi me mira raro. Estoy a punto de cerrar la puerta cuando me señala hacia una dirección.

—Pareces un chiquillo escondiendo a una mujer aquí ¡Ay, Pablete! Eres pésimo jugando a las escondidas. Quiero verla... después de ver a tu "novia".

Un zapatilla quedó en medio de la habitación, quedando a la vista de mi hermana, gracias a Dios mamá no pudo verlo, sino chao Pablo Alborán por un tiempo.

—Claudia, no es mi novia... además  es más que una mujer... —suspiro— se llama Melissa y ella es mi novia.