Broken

O c h e n t a i c i n c o

Pablo

Dejo que se calme y le pregunto si tiene algún lugar donde quedarse, ella me afirma que se está hospedando en un hotel. Qué raro, ella tiene una pequeña casa que heredó de sus padres aquí ¿Por qué se estaría quedando en un hotel? Al preguntarle, dice que ha rentado la casa para así tener un poco más de ingresos y poder vivir tranquilamente en Madrid.

—Si quieres puedes quedarte aquí.

—No quisiera ser una molestia, además, sólo quería decirte que... —suena el teléfono, veo en la pantalla que es Mariola ¿Ahora qué habrá pasado? Le pido a Claudia que me deje un momento a solas.

—¿Pasa algo en Madrid?

—Llamaba para decirte que debo ir a Málaga a resolver unos asuntos. Y será este fin de semana.

—¿Este fin de semana?

—Sí ¿Está todo bien? —algo me dice que no debo decirle que Claudia está conmigo.

—No es nada, Mariola ¿Cómo está?

—Pues... la he mantenido lo más alejada posible de Mauricio, voy a su casa por las noches a platicar un rato con ella. Es una chica muy linda y la verdad es que se ganó mi confianza, no como empleada sino como amiga.

Sonrío, ella tiene ese efecto. Ni siquiera habíamos cruzado más palabras desde la primera noche cuando ya le estaba contando de mi ruptura con Claudia.

—Debo admitir que esta vez no te equivocaste...

—¿Perdón?

—Nada, es sólo mi imaginación ¿Has hablado con Mel?

—Está en horario de trabajo, cuando termine hablaré y te advierto que no escuches lo que hablamos.

—No me digas que has empezado con la onda de las llamadas hot —siento mis mejillas arder.

—¡Mariola! —se ríe.

—No te preocupes Pablete —hablamos un poco más y cuelgo. Me reclino en mi asiento y pienso a Mel, me hace sonreír a pesar de la distancia. Tengo que solucionar pronto lo que está pasando con Claudia para poder ir a verla, no podré soportar estar tanto tiempo lejos de ella. 

—Melissa... —susurro a la nada— no sabes cuánto te echo de menos. 

Escucho algo moverse, camino hacia dónde proviene el ruido, pero no encuentro nada ¿Qué fue eso?