Broken

V e i n t i d ó s

Esto... no puede ser real ¿O sí?

Frente a mi estoy viendo a la misma mujer con la que estuve hace unos días. La que me tiró de la cama y acusando de que era su primera vez y estaba ebria.

Ella me mira sorprendida pero tratando de mantener la compostura. La ropa no le hace favor a las curvas de su cuerpo y una frustración crece al recordar que pude ver algo de su cuerpo desnudo al día siguiente.

—¡¿Tú?! —habla con incredulidad.

—Pues... soy yo —atino a decir pero no hay nada más que negar.

—¿Ustedes se conocen? —pregunta Mariola.

—Ella es el resultado de los intentos de Antonio para que Pablo saliera de su departamento.

Nuestra amiga ve a Melissa y abre sorpresivamente la boca para después cubrirla con sus manos.

—¡Te la tiraste antes de que te la presentara! —ahora soy yo quien la fulmina con la mirada.

—Más respeto Mar...

—¡No me digas lo que tengo que hacer! Siempre Pablo, siempre haces las cosas bien. Incluso cuando las relaciones te dejan hecho una mierda —frente a Melissa no— y ahora que te han roto por una falta de seguridad, porque además... quizás te haya puesto los cuernos ¡vas y te acuestas con tu futura publicista!

Melissa me queda viendo como si fuera el infeliz más abominable de la tierra. Genial... ahora va a creer que me acosté con ella por despecho.

—¡Eres un idiota! —grita Meli y se acerca para darme una bofetada— no puedo trabajar con usted... ¡Renuncio!

—Melissa, puedo darte una explicación. No puedes dejar el trabajo así —suplico.

—No voy a trabajar para alguien con quien se acostó conmigo por despecho. Gracias Mariola por la oportunidad pero yo no puedo aceptarla, no con él. Adiós —se va del estudio y yo me quedo inmóvil. No voy a dejar que esta vez se vaya. Corro detrás de ella.

—¡Melissa! —grito, acelera más sus pasos para evitar que me acerque a ella pero no le voy a permitir que se escape. Logro alcanzarla y la tomo de la mano—. Mel tenemos que hablar.

—Yo no tengo nada de que hablar. Ya todo lo dijo Mariola.

—Por favor...

—Mira Pablo, ya dije mi respuesta y te pido que... —¡A la mierda todo! Voy a besarla.