Broken

O c h e n t a i u n o

Pablo

No puedo creer lo que estoy oyendo... mi niña está muy nerviosa y claro que la entiendo, supongo que tiene miedo a mi reacción, quiero matar a Mauricio, pero por ahora tengo que calmarla.

—¿Estás bien, mi amor? —susurro.

—Sí... pero tengo miedo... me siento acosada y me asusta.

—Juro que lo voy a matar.

—No lo vale, Pablo, deja las cosas como están. No puedo creer que él piense que soy de esas mujeres que pueden tener varias relaciones ¿Acaso me veo así?

—Por supuesto que no, preciosa, lo que pasa es que él está tan desesperado por estar contigo que piensa eso. No dejes que eso te afecte, sabes que yo estoy contigo porque te amo y eres para mí más que cualquiera.

—Desearía que estuvieras aquí —susurra— estoy tan paralizada que ni he entrado a casa.

—Pequeña... 

—Sé que no soy la más indicada para decir eso pues yo rechacé el ir a Málaga... estaré bien... de todas formas, nos estaremos llamando —dice con un toque de tristeza. 

—Pronto nos veremos de nuevo, si ese infeliz llega a hacerte algo... 

—Por favor... sólo quería decírtelo porque nos tenemos confianza, porque no quiero esconderte nada. 

—Sí, cariño...

—Voy a entrar a desempacar mis cosas. Te hablo más tarde amor —no dice más... y sé que aún sigue con el miedo latente. 

—Estoy contigo, preciosa. Sólo escucha mis canciones... te mandaré notas de voz para que no me sientas lejos ¿Te parece? 

—Gracias... te amo. 

—Yo también, hablamos luego —cuelgo. Lanzo un fuerte grito, necesitaba liberar ese enojo que llevo dentro ¿Cómo se atreve ese imbécil proponerle semejante tontería a mi Melissa? ¿Quién se cree este imbécil? Tengo ganas de decirle a Mariola que despida a ese tipo, nunca había sido así, pero... la rabia me está consumiendo. Me siento impotente de no estar a su lado, de calmarla, de ir a partirle la cara. Sólo espero que pronto pueda ir a Madrid, esto no se queda así. 

Melissa 

—Espe... quiero irme ya a Málaga...