Broken

C i n c u e n t a i n u e v e

Pablo

Se suelta bruscamente de mí. Me mira desafiante y al mismo tiempo con reservas y timidez.

—¡No tienes que decir eso! Yo creo que ya fue mucho con lo que escuché cuando hablabas con Lolo —sonrío, acerco mi cuerpo al suyo, noto que tiembla pero esta vez sé que es de miedo a caer, a ceder. Muevo uno de los mechones de cabello que cubre su rostro y lo coloco detrás de su oreja.

—Te echaba tanto de menos —susurro.

—Eso es mentira... yo sólo... —rozo mis labios en su cuello, inhalando su perfume.

—Estás hermosa —con cuidado empiezo mi viaje y beso sus mejillas— claro que no eres mujer de una noche. Eres mujer del resto de las noches de mi vida.

—No me hagas daño... no me mientas —me suplica con su voz entrecortada.

—Por supuesto que no lo haré —me quedo a milímetros de sus labios— y tampoco son mentiras... son la verdad.

Elimino todo espacio entre nosotros y pierdo mi norte en sus besos. Enredo mis dedos en su cabello mientras trato de profundizar el beso, pidiendo acceso total a su boca, mi otra mano está en su cintura y finalmente se entrega al beso.

Sus manos están en mi pecho y por fin siento su cuerpo en paz. Nos separamos por la falta de aire, pero en vez de volverla a besar, entierro mi cara en su hombro y la abrazo.

—Perdóname por decir semejante idiotez. Es una completa mentira, yo sólo lo dije porque Lolo quería invitarte a salir y mis celos se activaron. No quiero perderte —sollozo— no soportaría que te vayas de mi lado.

Sus manos acarician mi espalda mientras sollozo y siento sus lágrimas.

—Ni yo soportaría estar lejos de ti... no sabía cómo podría olvidarte. Tenía miedo de no poder hacerlo, tenía miedo de que las palabras que le dijiste eran ciertas. Estaba tan furiosa de haberme entregado a un hombre que pensaba eso de mí —empezamos a llorar como dos críos.

—Te amo, Melissa, no lo dudes.

—Yo también te amo, Pablo.