Broken

O c h e n t a i s i e t e

Melissa 

—¡Por qué decidiste irte! —me reprocha Rafa, yo le miro entre seria y triste. Estamos en una cafetería que está a unas cuadras de la casa de Pablo. La verdad es que no tuve valor de afrontar a Claudia, cara a cara, y decirle que soy la actual novia de su ex. Además ¿Qué sentido tiene si él nunca le dijo de mí? En todo caso ¿Qué es lo que está haciendo ella en Málaga y reuniéndose con él?—. Ella tiene que entender que mi amigo no es ningún juguete y que tú eres su pareja ahora. 

—Rafael, si Pablo no le dijo que tiene un compromiso conmigo es por algo ¿No? 

—Debe haber alguna explicación para esto, no puede ser que: uno, de la noche a la mañana, reaparezca y quiera volver a la vida de mi amigo y dos, Pablo no puede ser tan imbécil como para dejarse enredar por ella. Hay motivos suficientes para mandarla por donde vino. 

—No le des más vueltas a esto... seguramente... 

—Claudia no le dijo a Pablo que fui a su casa, acompañado de una mujer. Y Mariola no tarda en llamar... 

—¡De qué estás hablando! 

—Cuando te dejé en el hotel, le tuve que llamar para decirle que había algo raro y que no era posible que ella no lo percatara ¡Por Dios, es una de sus amigas más cercanas! 

—Pues hasta los amigos más cercanos tienen sus secretos —reprendo. 

—Mel, creo que hay una explicación lógica. Vamos a hacer una cosa, hablaré ahora mismo con él por teléfono, le contaré que estuve por su casa, pero que me encontré con Claudia. Si estoy en lo correcto, ella ni siquiera le habrá contado. 

—No sé si sea buena idea... 

—Te aseguro que sí y ahora mismo lo comprobaremos —toma el móvil y llama a Pablo, después de dos timbres, contesta.

—¡Rafa!

—¡Pablete! ¿Qué tal has estado?

—Bien... echando de menos a Melissa. Hace rato traté de llamar a su departamento y nadie contestó. Se me hizo raro.

—Pablo... quiero preguntarte algo... ¿No nos estás ocultando algo, verdad?

—¿A qué te refieres?

—Pues que fui a tu casa hace rato y me encontré con Claudia.

—¿Qué? Pero si acaba de irse, no me dijo nada —hasta tuvo razón Rafa.

—¿Cómo dices? —suspira.

—Lo siento... es que... a principios de semana llegó a mi casa, me contó que estaba pasando un mal momento y pues... le ofrecí mi apoyo para salir adelante. Me aclaró que no pretende volver conmigo —mi amigo frunce el ceño. Mi mira y me encojo de hombros. La actitud de Claudia era de querer recuperar a Pablo.

—Mmm... vamos a hacer algo ¿Puedo ir a tu casa ahora mismo?

—Claro que sí.

—Entonces compra soda y botanas que en media hora estoy allá —dicen unas cosas más y cuelga.

—¿Y ahora?

—Pues iremos a casa de Pablo y enfrentaremos esto cara a cara... al parecer, pretende hacerse la niña buena para tener​ otra oportunidad.

—Pero él nunca le dijo que...

—Por lo que veo, no lo consideró necesario pues ella le dijo que pretendía volver. Una estrategia muy buena. Bueno, por ahora sorprenderemos a tu novio y que Claudia vea lo que se ha perdido —sonríe con malicia y mi cabeza está empezando a maquinar ideas para restregarle en la cara que nadie me quita lo que más amo.