Broken

V e i n t i o c h o

Estoy prisionera entre su cuerpo y la suavidad del colchón. Sus manos van recorriendo mi cintura sin dejar de besarme. Una sensación ambigua invade mi ser, una parte de mí quiere seguir, la otra no. No quiero ser el plato de segunda mesa.

—Por favor... no hagamos esto —susurro pero no responde. No resistiré más tiempo porque siento atracción por él. De pronto, se levanta, me mira dulcemente. Me da la mano y me ayuda a ponerme en pie.

—Lo siento —se disculpa apenado. Estuve a punto de darle una bofetada pero... hay algo en él que me enternece. No es fácil salir de un dolor tan profundo y él hace lo que sea con tal de olvidar. Sin darle tiempo a detenerse, estrecho mi cuerpo con el suyo.

—Te perdono —susurro— sé que es complicado tratar de olvidar y crees que yo...

—No... no eres un plato de segunda mesa. Me atraes, me gustas y quisiera no sé.... Mejor vamos a dormir.

—No. Me dices.

—Si te digo, soy capaz de no apartarme de tu lado esa noche.

—Eres muy directo.

—Contigo sí. Verás... yo me dejo llevar por las emociones, he estado en varias relaciones fallidas. Los celos me consumieron en algún momento. Si, soy un idiota y lo peor del mundo al quitarte lo más preciado y que no recordemos casi nada. Quiero muchas cosas, tengo muchos sueños por cumplir, sé que podré pero también quiero lo que muchos ya tienen... amor. No sé pero te miro y siento que he encontrado en mi lugar. Adoro tus ojos y podría quedarme mirándolos por el resto de mi vida. Seré un idiota, pero me encantaría ser tuyo —quiero decir algo más pero posa un dedo en mis labios—. No te preocupes, me sería un honor tratar de conquistarte. Podemos ser amigos de momento y poco a poco, llegar a tu corazón.

—Debería ser otra persona quién llegue a ti.

—Me encantaría que fueses tú —sonríe— te dejo, descansa preciosa y no te preocupes... no te haré nada.

—Buenas noches Pablo —me besa la frente y se va.

Y si... dejo que se queda conmigo esta noche.