Broken

T r e s

Miro por última vez todo lo que me rodea en este momento. Quiero volver a llorar, pero esta vez ignoro esa sensación. Ya tengo suficiente con estar roto.

Cierro la puerta con dolor y camino hacia el ascensor. La mirada apagada es lo único que puedo dar. Sólo le ruego a Dios no encontrarme con nadie... no quiero tener esta cara en las fotos. 

[...]

—Hace un rato hice una reservación —finjo sonreír con amabilidad.

—Sí —afirma la recepcionista—. A nombre de Pablo Moreno. Es la 402.

—Gracias. 

Ahora toca estar encerrado entre las paredes de una lujosa habitación. Sintiéndome encerrado. De nuevo... me siento vacío.

Sobre el colchón, recuerdo los momentos que viví con ella y.... tampoco soy un santo, también recuerdo las noches en que hacíamos el amor, pero de eso ya no hay nada. Al menos le agradezco que hayamos terminado "bien" y no haberla encontrado en la cama con otro.

Decido escuchar un poco de música pero esto eso me da poca satisfacción. Lo único que provoca es que las lágrimas corran con parar.

Me siento muerto en vida. Lo que siempre había deseado para mí, se me estaba escapando de las manos. Quisiera entender por qué las cosas se dieron así... Me gustaría tanto saberlo.

Pero para eso debo dejar que mi dolor disminuya y enfrentar mis heridas... Si, debo hablar con ella.

Es masoquista, lo sé, pero lo encuentro necesario, saber dónde está mi error y trabajar en ello para que a la próxima no terminen las cosas así.

O quizás el destino sabía que con ella no podría ser. Pero bueno... dormiré por esta noche y mañana... iré de nuevo a ese departamento.

Creo que soy un poco masoquista.