Broken

C u a r e n t a i s é i s

Pablo

El amanecer sobre Madrid se empieza a hacer presente. Unos rayos pasan por las cortinas mediamente cerradas y me fastidian un poco, pero eso es nada comparado a lo que viví anoche con Melissa. Me siento totalmente dichoso y feliz. Busco su cuerpo en nuestra cama, pero no está.

Me incorporo buscándola cuando la puerta se abre y me encuentro con ella, con mi camisa puesta, dejando entrever la hermosura extensión de sus piernas. Trae una bandeja llena de comida.

—Buenos días amor —me saluda— como la cena de anoche terminó por aquí, entonces decidí preparar el desayuno para compensar la cena.

Me muerdo el labio y camina ella hacia el lado de mi cama, deja la bandeja en la mesa de noche y se sienta en mis piernas.

—No lo hagas amor... —la abrazo por la cintura y acaricio sus piernas— de verdad, si fuera por mí, me quedo el resto del día contigo... ya sabes.

—¿Qué cosa no debo hacer? —susurra pasando sus brazos por mi cuello.

—Provocarme amor.

—Yo sólo quiero compensar lo de anoche —río y beso sus labios.

—No sabes lo feliz que me has hecho. Estoy loco por ti, lo sabes.

—Te echaré de menos —susurra besándome las mejillas. Aunque no sabe que puedo hacer que se vaya conmigo, pero eso es algo que sabrá más adelante.

—Lo sé, pero te prometo que no tardaré. Además... después de lo de anoche te aseguro que cuidaré de ti.

—Desayunemos, hay que recargar energías.

—No destruyas este momento —beso su cuello y suelta una risa. Trazo líneas por sus piernas— lo arreglo con un "te amo".

—Eres maravilloso —sonreímos y nos disponemos a desayunar. No sé cómo voy a contener mi rostro de felicidad, pero adoro que ella haya dicho que me quiere. Me muero por estar con ella de nuevo, pero debo llevarla a su casa y además... Irme al estudio.

De todas formas debo estar lo más pendiente de nosotros. He recuperado las ganas de amar y no voy a permitir que ningún hombre me quite lo que amo.