Pablo
Camina hacia la puerta, el movimiento de sus caderas me hipnotiza. Voy detrás de ella para atarla a mi cintura, dejando besos en su hombro. No quisiera salir ahora, no cuando sé que veré al imbécil de Mauricio.
—¿Qué fue lo que dijimos hace rato? —susurra.
—Que fuera de esta puerta somos publicista y artista —suspiro—. Pero es que me da rabia que tengamos que ir con ése...
—No puedo evitarlo mi amor. No quiero que hagamos un escándalo, por ahora. Y eso implica tus celos, no hagas nada por lo que pasó anoche.
—Me va a costar evitar no romperla la cara por tratarte así.
[...]
Después de media hora, bajo a la recepción del hotel, donde me encuentro con Melissa y Mauricio. Me acerco a ellos, el chico me mira con incredulidad. Si amigo, lo que viste ayer es real y muero por repetirte que ella es mía.
—Buenas tardes —saludo.
—Pablo... —me acerco a ella, con el pretexto de besar sus mejillas, aunque en realidad...
—Cuento los minutos para volver a la habitación —me despego de ella antes de decir algo más.
—Pablo... —me llama con seriedad.
—Señor Mauricio, no permitiré conductas como las que sucedieron anoche. Estamos en un viaje de trabajo y tampoco se trata así a una dama. Le pido que mantenga su compostura.
—Lamento que haya visto eso, mis intenciones con...
—No quiero hablar de sus intenciones o de lo que quiera con mi publicista. Ya que estoy aquí, no es necesario que nos acompañe a recoger el premio.
—Mi deber es acompañar a la señorita López y...
—Pero estoy aquí y puedo protegerla perfectamente.
—Entiendo señor.
—Muy bien, entonces nos retiramos. Nos veremos más tarde. Melissa...
Ella nos mira sorprendida de lo que acaba de suceder. He mandado a freír espárragos a su amigo y de paso dejar las cosas en claro.
Esperamos el auto que alquilé para nuestra estadía y siento que quiere preguntar muchas cosas.
—Dilo preciosa.
—Fue muy arriesgado, es fácil armar las piezas del rompecabezas y hacer clic en que estamos...
—No quiero que crea que tú... Sólo quiero cuidarte.
—Puedo cuidarme sola —expresa con molestia.
—Hablaré con Espe y Mariola al llegar a Madrid. Sé que puedes cuidarte, no me malinterpretes, pero ese chico me da mala espina —llega el auto— vamos...
—Está bien... —aún la noto pensativa.
—Todo estará bien cariño —tomo una de sus manos y beso cada uno de sus dedos, desciendo por la palma hasta llegar a su muñeca— y mejor detengo mis besos, porque voy a estar muy ansioso.
Ella ríe y repite el mismo acto que yo.
—No te preocupes, yo también estoy muy ansiosa.
ESTÁS LEYENDO
Broken
FanfictionNo ha nada más que hacer. Estoy rodeado de recuerdos vacíos que, alguna vez, fueron importantes para mí. ¿De qué sirve revivir lo que ya está muerto? Esta es la historia de una relación que terminó por muchas razones. Pero sobre todo... es la his...
