S e s e n t a i u n o

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Me quedo esperando unos minutos, mientras tanto, trato de recuperarme de mi momento de valentía. Ahora me he quedado con las ganas.

—Ya estoy —lo primero que miro es un short corto que deja lucir sus piernas. Estoy sin habla y pensando en cómo rayos voy a contenerme.

—Sí... —camina de forma seductora y se sienta a mi lado, sonríe.

—Deja de mirarme las piernas, Alborán —me sorprende.

—No.... no te estaba mirando...

—Entonces mira mis ojos —alzo la mirada y siento que voy a morir al verla lo que lleva puesto arriba. Solo es una pequeña blusa de tirantes... Ya no me torturen más— ¿Qué tanto le dijiste a Espe?

—Ahm... Pues que te amo, me respondió que estabas con Mauricio y eso me enojó más. Por lo que le dije que no me importaba y que iría a México, luego le colgué. Eso sí, me dijo que estabas mal.

—Está bien.... pues... tengo algo que confesarte —la miro a los ojos, ella toma de mi mano y la entrelaza con la suya—. Ellas lo sabían.

—¿Qué?

—Creo que nuestras miradas y tu arranque de celos por el admirador secreto, además de que regresé a la recepción del estudio sin ustedes y aparte tus indicaciones de que fuera a Málaga, nos delataron.

—Les diré todo, no voy a permitir que...

—No te preocupes... lo saben... lo saben todo. La noche en la que nos conocimos, les dije que fui yo la mujer con la que estuviste. Y que ni siquiera sabía que trabajaría para ti. No están enojadas ni nada por el estilo, al contrario, están felices de que tú hayas vuelto a estar en una relación y que estés feliz... O al menos eso hasta...

—La estupidez que dije —susurro— lo siento, estoy tratando de controlar mis celos... pero es que... Te amo y me da miedo perderte, tengo los fantasmas de mi relación anterior pasando por mi cabeza. Me da pánico pensar que no seré suficiente para ti, que no soportes mis ausencias, mi ritmo de vida y que me equivoque constantemente. Te ruego que me perdones por lo que dije.... cuando volvamos a España le diré a Espe que no te despida ni nada.

—Ya hablamos de eso... está todo bien. De las puertas de la habitación de hotel para afuera somos publicista y artista, pero dentro... somos una pareja que se ama.

Acerca sus labios a los míos y siento mi ser explotar de felicidad.

—No me vas a perder... te juro que no me vas a perder.

BrokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora