Melissa
Corro tan rápido como puedo, empiezo a reírme de lo locos que estamos, yendo uno detrás del otro, olvidándonos del mundo. Dejando a un lado lo de Claudia, Casilda y el resto de la familia Moreno. Esto era lo que necesitaba y le agradezco que se haya tomado esta consideración. No hay nadie en este sitio, lo que lo hace adecuado para que cometa una pequeña locura que he tenido en mente, pero nunca había tenido el valor de hacerlo.
—¡No escaparás de mí, Melissa! —escucho a lo lejos. Quiero darle la tregua, pero... se me ocurre una pequeña idea.
—¡A ver si puedes alcanzarme! —grito. Trato de avanzar aún más, pero poco a poco las piernas se cansan y siento la necesidad de detenerme.
Me siento a unos metros de la orilla. Las olas se meten a tierra, alcanzando a mis pies y mojándolos. Sigo escuchando su voz, pero no me importa ahora que me encuentre. Sólo cierro los ojos y recuerdo lo que he vivido con él. Cómo se ha dado toda esta extraña relación hasta llegar al punto de que no podemos estar uno sin el otro.
Ha cambiado mi manera de ser, de pensar, me ha hecho una mejor persona y estoy segura de que él siente lo mismo. Quizás las cosas hubiesen sido algo distintas si esa noche, las chicas no me hubieran llevado a aquel bar.
—¡Te atrapé! —susurra, me sobresalto ligeramente y veo sus piernas a cada costado de mi cuerpo, por lo que se sentó detrás de mí.
—Más bien, me dejé atrapar —suelto una risilla.
—No seas mala, déjame disfrutarlo, aunque sea una mentirilla —enreda sus brazos en mi cintura y yo me reclino en su pecho— ¿Te sientes mejor?
—Por supuesto, sabes que contigo estoy bien.
—De todas maneras, mi familia y mi ex han provocado esto y lo mínimo que puedo hacer es llevarte a distraerte de todo.
—Tú no tienes que sentirte culpable por tu familia —acaricio sus brazos— ellos quieren lo mejor para ti y no quieren verte con el corazón roto. Es normal que se preocupen por ti.
—Sí, pero eso no justifica la actitud de mi hermana.
—Déjala, ella lo entenderá tarde o temprano —besa mi mejilla—estoy pensando en algo que nos puede distraer de todo eso.
—¿A qué te refieres, mi amor? —me levanto y me deshago de la ropa que llevo puesto y camino hacia el mar. Me mira con la boca abierta y siento un calor en mis mejillas.
—¡Ven antes de que pierda el valor! —grito. Veo como él se quita la ropa, cada vez que lo hace me deja sin aliento y preguntándome qué hice bien en la vida para tener a un hombre tan hermoso como él. Se mete al agua y nada rápidamente hasta donde estoy.
—¿Alguien te dicho que pareces una sirena? —pero no se llega a enterar de mi respuesta porque fundimos nuestros labios.
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Broken
FanfictionNo ha nada más que hacer. Estoy rodeado de recuerdos vacíos que, alguna vez, fueron importantes para mí. ¿De qué sirve revivir lo que ya está muerto? Esta es la historia de una relación que terminó por muchas razones. Pero sobre todo... es la his...
