Melissa
Al día siguiente, a eso de las ocho de la mañana, Pablo llegó preocupado, me explica que cuando regresó a casa, no vio a Casilda, regresó media hora después y cuando la recibió, pasó a su lado sin decirle nada. Por lo que tenía miedo de que nos hubiese seguido para poder hablar conmigo y me haya ofendido.
Cuando le dije que se había disculpado por su comportamiento y que había visto la manera en que me defendió y quiere, se dio cuenta de que las cosas estaban bien así y que no se volvería a influir por Claudia.
—No entiendo lo que quiere Claudia —dice molesto— ella fue la que me dejó ¿Qué pretende?
—Cariño, puede ser por dos cosas: la primera puede ser por dinero, o porque eres bueno en... ya sabes.
Sonríe pícaro; me abraza por la cintura y aprieta contra su cuerpo. Mis manos se posan en sus brazos y acaricio distraídamente.
—¿En serio? De todas maneras, no me interesa. Sólo te quiero a ti —beso repetidas veces su cuello— no me provoques.
Meto mis manos en medio de nuestros cuerpos, acariciando su pecho y lanzo ligeros mordiscos ¿Para qué negar que tengo ganas de semejante hombre?
Caminamos hacia la cama, caemos juntos y nos dejamos llevar.
—Tengo que regresar a Madrid —anuncio triste mientras desliza sus dedos por mi espalda.
—No... quédate unos días más —responde— no hay mucho que hacer. Se supone que estoy en descanso.
—Muy gracioso, cariño. La prensa no duerme, no dudes en que harían cualquier escándalo —se coloca encima de mí y sus labios se pasean por mi cuerpo— en serio, tengo que regresar. Además tienes uno que otro compromiso.
—Pero luego te tomarás unas largas vacaciones.
—Debo representar a alguien más.
—Vale pero..., amor —susurra— el año que viene iré a Miami, un productor quiere trabajar conmigo y he aceptado encantado. Le diré a Mariola que te necesito y nos vamos. Después de las grabaciones podemos salir, comprar, tomar el sol en la playa.
—Mmmm... es un idea muy tentadora, pero no me convence del todo.
—Te haré el amor muchas veces, por muchas noches. Te quiero malcriar.
—Te odio, quiero ser una representante seria y tú me dices eso —se ríe y yo le acompaño. Aunque poco a poco las risas cesan a medida que sus labios recorren mi cuerpo.
Eran verdad las palabras de Casilda, fue más amable conmigo, incluso preguntó por mi familia, mis amigos y cómo es trabajar con Pablo. Cuando le comenté parte de lo que pasamos, llamo a Salvador como un quejica y él bromeó yendo a acusarla con Elena. Cuando volvimos a hablar a solas, todo fue diferente a la primera vez: estaba más tranquila.
Por fin todo está mejorando... pero ¿Hasta cuando?

ESTÁS LEYENDO
Broken
FanfictionNo ha nada más que hacer. Estoy rodeado de recuerdos vacíos que, alguna vez, fueron importantes para mí. ¿De qué sirve revivir lo que ya está muerto? Esta es la historia de una relación que terminó por muchas razones. Pero sobre todo... es la his...