S e s e n t a i t r é s

242 33 5
                                        

Melissa

Siento sus brazos rodeando mi cuerpo. No sé qué hora es y no me interesa. No puedo creer lo que pasó anoche. Vino a México por mí ¡Por mí! Me defendió de Mauricio e hizo todo lo posible por reconciliarnos.

Me besó, me dijo que era suya. Y fue tan caballeroso y no hicimos nada, aunque sus besos en mi espalda me despertaron las ganas de estar con él. Ahora duerme conmigo y me siento feliz.

Estoy entre su pecho y la cama, respiro profundamente. Deslizo mis dedos por su pecho marcado y dejo besos por esta parte. Siento sus dedos colándose por mi blusa, jadeo.

—Me encanta este despertar —susurra.

—Buenos días —alza mi rostro y besa mis labios— mmm... me gusta que me beses.

Enredo mis piernas a las suyas; las rozo con sensualidad y le escucho gemir. En este momento me siento tan poderosa, tan feliz de tenerlo junto a mí, tan enamorada de él.

Una de sus manos baja hasta una de mis piernas deslizando sus dedos en esa zona y rozando lo prohibido.

—Te amo hermosa —susurra, mordisquea mi cuello y jadeo.

—Me hacías mucha falta —deja sus besos en mi cuello y termina frotando su nariz con la mía.

—No volveré a decir esas estupideces amor, te lo prometo.

—Vale... —beso su nariz; atina a sonreírme— tenemos que ir por tu premio y usted, se tiene que ir a cambiar de ropa.

—Mel...

—Nada —empieza a masajear mis... bueno... glúteos.

—Déjame quedarme.

—Luego saldremos a pasear o nos quedamos encerrados en el hotel pero, por ahora, tenemos que ir a cumplir nuestro deber.

Me sonríe y siento que el mundo es mejor con él.

—Acepto tu propuesta de quedarnos encerrados, te quitaré el aliento en cuanto regresemos —entrega su boca a la mía y nos enredamos un poco más.

—Quítamelo, para que sólo pueda respirar en ti.

BrokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora