C i n c u e n t a

235 34 1
                                        

Melissa

Llego a mi oficina, mi novio y yo nos despedimos antes de salir de mi departamento. Lo voy a extrañar, pero sé que necesita estar con su familia. Se supone que no lo sé, así que tengo que preparar mi mejor actuación para cuando me lo notifiquen.

—¡Mel! —exclama Mauricio al verme— ¿Estás bien? Porque podrías haberte tomado el día libre.

—Ese hombre no me va a destrozar y eso implica que me quede en casa miedosa, no puedo vivir con temor. Así que no hay nada más que decir. Tengo que irme a la oficina y ver que tengo que hacer —retomo el paso, pero su mano me detiene.

—De todas formas, si necesitas algo me llamas ¿Está bien? —asiento.

Camino a la oficina y me encuentro con Mariola y Esperanza. Ambas se acercan a abrazarme.

—Mau nos contó lo que pasó esta mañana ¿Todo bien?

—Sí, de no ser por él, otra cosa sería.

—Por cierto ¿Qué hacía Pablo allá? —mi corazón empieza a latir con mucha fuerza. Se supone que no deben saber nada de lo muestro.

—Pues no sé, ya no me dijo lo que quería porque a los dos les pedí que se fueran. No tenía cabeza para nada —respondo.

—Tienes razón. A lo mejor iba a decirte que se va a Málaga esta tarde —hago mi cara de sorpresa.

—Vaya... le echaremos de menos.... ¿Qué haremos hoy?

—Pues, por ahora, vamos a ver estos puntos —me dan una hoja y luego iremos a comer... los chicos y yo organizamos una despedida a Pablo.

—¿Pero si no se por mucho tiempo... O si?

—Se quedará gran parte de sus vacaciones en su tierra.

—¿Qué?

¿Por qué no me dijo eso?

BrokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora