Melissa
¿Es mucho pedir una noche tranquila? Al parecer, sí.
Como si no fuera suficiente la escena que armó en la cena y que Pablo la llevara, como si fuera una niña reprendida, al estudio; ahora está en la puerta de mi habitación como si nada, aunque... no tiene la mirada altanera con la que nos conocimos y discutimos la primera vez sino que parece apenada, con una actitud arrepentida, lo cual me sorprende.
—Siento venir a esta hora, pero es que necesito hablar contigo ¿Puedo pasar? No tardaré mucho —atónita, la dejo pasar.
Se sienta en uno de los sofás, mientras que yo voy hacia el minibar para buscar una botella de agua y servirle, además, me da tiempo de despabilarme y llenarme de valor para recibir sus ataques.
—Vengo en son de paz —suspira—. No había visto a mi hermano defender con tanta emoción a alguien que no es de su familia. Yo... quiero mucho a Pablo, siempre hemos sido los tres, unidos. Incluso dejé ir un par de oportunidades por verlo crecer y ha sido una de las mejores decisiones que he tomado. Estoy muy orgullosa de todo lo que ha construido con su talento y creo en él, siempre lo he hecho. No me gusta verlo sufrir y cuando Claudia me dijo que tú no eras la indicada para él, entonces...
¿La ex? O sea que todo esto... ¿Fue por su maldita intromisión? La sangre me hierve y ganas me sobran para arrancarle el cabello a la próxima vez que la vea. No se cansa esa mujer de metérsele por los ojos a Pablo.
—¿Claudia? ¿Has hablado con ella?
—¿La conoces? —pregunta extrañada.
—Sí, ha estado en tu casa, según pidiéndole a tu hermano ayuda como amigos, pero a mí no me engaña. Sé que quiere volver con él ¿Y para qué? Cuando más lo necesitaba lo dejó, no supo entenderlo, no pudo aguantar su ritmo de vida. Amo a Pablo y te prometo que jamás haría algo como lo que hizo ella.
—Le prometí que te conocería más antes de juzgarte. Lamento haberme comportado así y dejarme llevar por lo que decía Claudia —bostezo sin querer—, me parece que hablaremos después de esto, seguro estás exhausta.
Se levanta y camina hacia la puerta.
—¿Entonces... ya no estás en contra?
—No. Después de ver tu rostro de preocupación por nosotros y la manera en que te adora me han convencido —sonríe— hasta luego, cuñada.
Cierra la puerta y una paz se apodera de mí haciendo que sonría de alivio, aunque... ¿Cómo supo que yo estoy...? Claro, nos ha seguido.
Pablo es muy afortunado por tener a una familia que lo ama... es afortunado de tener tanto amor.
ESTÁS LEYENDO
Broken
Fiksyen PeminatNo ha nada más que hacer. Estoy rodeado de recuerdos vacíos que, alguna vez, fueron importantes para mí. ¿De qué sirve revivir lo que ya está muerto? Esta es la historia de una relación que terminó por muchas razones. Pero sobre todo... es la his...
