Broken

D i e c i o c h o

Pablo

Después de dos horas en el estudio, vimos que ya era demasiado por hoy, además de que mi mente no deja de pensar en lo que sucedió esta mañana y en la tontería de mandarle flores a una chica. 

¡Maldita sea esos ojos me atrapan! 

Y para rematar, mi mente recrimina que no haya dejado algo para que me diga que me ha perdonado y me parece demasiado que vaya a su departamento de nuevo. Decido que es mejor ir al gimnasio para sacar estas ideas de mi mente. 

Mi cabeza siguen siendo un lío, a pesar de que he estado concentrado en mis ejercicios, no puedo dejar de tratar de recordar sobre lo que pasó anoche ¿Qué caso tiene? Esa mujer no va a hacer que vuelva a creer en el amor y, a pesar de sus ojos tan bellos, no me puedo permitir caer de nuevo o destrozar a una persona que no tiene nada que ver con la mierda de persona que soy en estos días. 

De todas formas... no la voy a volver a ver. 

Melissa

—¿Y quién era ese chico con el que te fuiste? —pregunta curiosa una de mis amigas, Andrea. Gracias al cielo que no se dieron cuenta de quién era. 

—Nadie... —respondo en un susurro

—¿Segura? —reprende Coral— porque se estaban devorando a besos esa noche. 

Me paro de golpe ¿Ellas saben qué fue lo que pasó momentos antes de que... pasáramos a algo más? 

—¿Cómo que a besos? 

—A ver... —poco a poco me van contando que me fui enojada hacia la barra y que por allí había un chico. Ellas se fueron a bailar y de repente, se voltearon y ya estábamos más juntos aquel chico y yo, sus manos estaban en mi rostro y juntó sus labios con los míos. 

—Después de eso, les perdimos la vista. Pero lo poco que pudimos ver es que... lo estabas disfrutando. 

Si supieran que se trata de su ídolo creo que me matarían. 

—Claro... ¡Estaba muy borracha! 

—¡Qué!

—Me levanté al día siguiente, sin saber lo que pasó, en brazos de otro hombre que no es mi novio. Luego... llegó él. 

—¡Tu novio! 

—Y ahora estoy soltera. 

—¿Qué? ¡Espera! —exclama Andy—. Dijiste en brazos de otro hombre... eso quiere decir que... 

—Ella se portó como una puta... —su voz... ¡Mi ex!