Broken

C u a r e n t a i c i n c o

Melissa

Trato de dormir pero no puedo. Es sólo mirarle descansar para recordar lo que vivimos hace unos momentos y suspiro.

Está a mi lado, abrazándome, estoy recostada en su pecho pero extraño sus manos en mí. Lo necesito como nunca había deseado a un hombre, en las pocas relaciones que he tenido nunca había sentido algo tan fuerte.

Hacerlo con él ha sido maravilloso, me sentí más viva que nunca, única y entre sus brazos descubrí que mis sentimientos cambiaron.

Tengo miedo de empezar a amarlo tanto, pero no me puedo negar a las sensaciones que me provoca. Me pego más a su cuerpo, para sentir los latidos de su corazón, tener su cuerpo más cerca del mío, recuperar esa conexión de piel con piel que tuvimos hace rato.

Acaricio su pecho, para tratar de relajarme lo suficiente y dormir. Mañana tenemos que trabajar y después... él se irá a Málaga. De pensar en los días que vamos a estar separados hace que mi piel se estremezca.

—Piensas demasiado —susurra, casi me separo de su cuerpo por el susto, pero toma mi cintura y me mantiene pegada a él. Besa mi frente.

—Es que... no eres justo. Hacemos el amor y luego me dices que te irás a Málaga por unos días. Estoy segura que te quedarás semanas allí.

—Perdona cariño —responde acariciando mi cintura— ¿Posesiva?

—No, es que... lo que estoy sintiendo por ti es demasiado fuerte. No me malinterpretes, lo que vivimos fue maravilloso y toda nuestra relación ha sido, vaya, ha sido increíble. Pero...

—Lo sé, también te voy a extrañar —sonrío y busca mis labios para besarlos— quisiera que no fueras a trabajar para hacerte el amor todo el día.

Y por si acaso no fuera poco, mis mejillas enrojecen.

—Pablo... —besa mis mejillas.

—Adoro cuando te pones así —se separar un poco de mí y besa mi cuello.

—No lo hagas.

—¿Por qué?

—Sabes que voy a caer.

—Es lo que quiero, necesito perderme en ti.

Y las palabras empiezan a faltar, por lo que nuestros cuerpo piden opinar. No hay dudas de lo que siento, me enamoré, estoy enamorada de Pablo.