Broken

T r e i n t a i s i e t e

—¿Podemos cenar? ¿O vas a seguir devorando mi boca? —susurra pegada a mis labios.

—Por mí, cenaría tus labios. Me gustan besarlos —respondo tirando de su labio inferior.

Mi corazón late con mucha fuerza, como nunca antes. Las respiraciones de ambos se mezclan y siento su perfume entrando por mis fosas nasales. La piel se eriza, me encantaría volver a tenerla en mis brazos. Claudia ha desaparecido por completo de mi vida. Esa noche me despedí de ella.

Se suelta de mi agarre y sonríe pícara.

—Sé que lo harías, pero resulta que tengo hambre y he esperado mucho por comer.

—¿Así que esperaste mucho? —vuelvo a pegarla a mi cuerpo. Asiente — no te preocupes preciosa. Vamos a comer.

—La verdad es que no quiero que escuches como gruñe mi estómago cuando no me alimento.

—Seguro es precioso —beso la punta de su nariz y antes de que me diga algo más, me dispongo a servir la cena.

[...]

—¡Moría de hambre! —exclama—. Lo siento pero una de las cosas que debes saber de mí es mi amor por la comida.

Me muerdo el labio ¿Ya puedo casarme con ella?

—¡Igual yo! —contesto— ¿No te pasa que después te entra la culpa de comer tanto y al día siguiente ya estás en el gym tratando de quemar esas calorías?

—¡Sí! ¿Cómo le haces para tener ese cuerpo? —pregunta, veo que se muerde sus labios.

—Bueno hay veces que no puedo ir al gym, así que corro y si estoy en pareja... ya sabes... eso también ayuda —me lanza una lata vacía.

—¡Idiota! —me río. Sus mejillas están completamente rojas.

—Estoy siendo honesto.

—Me gusta que seas honesto. Aunque se trate de hacer ejercicio en pareja —me levanto y me siento a su lado. La estrecho entre mis brazos— ¡Hey!

—Gracias... —susurro—. De no ser por ti, quizás seguiría deprimido o preguntándome qué hice mal como pareja. Eres maravillosa. No sé cómo pagarte por el bien que le haces a mi alma—beso su cabeza. Ella atina a sonreír.

—Quédate así esta noche y todos los días. Sólo abrázame fuerte.