3. . . . . .

10K 657 78
                                    

Luna, Luna, el nombre de la chica nueva era Luna, aquella a la que parecían no poder quitarle el ojo de encima, ni los mismos profesores que le hacían un gesto grato cuando se presentaba y deslumbraba con aquella sonrisa suya. Las chicas viendo su cabello, preguntando si sus labios eran naturales, los cuales eran, preguntando una y otra cosa que solo entre chicas se preguntarían o no pero aquella parecía ser una excepción.

No habían pasado ni las cuatro clases y ya parecía tener interesados incluso de otros grados y secciones, era como un punto rosa entre todos los negros.

La chica que no podía creerse lo que estaba viendo era Casi o Cassandra, como quisieran decirle, caminaba al lado de aquel chico de cabello alborotado, viendo a Luna tímida, como una oveja rodeada de extraños, no la conocía y ya parecía molestarle un poco esa chica, más cuando se le quedó viendo a Xavier para presentarse una vez más.

-No sé qué tanto le ven –dijo Cassandra.

-Es la chica nueva, es obvio que todos la verán raro o como una presa –le dijo Luca.

-Ni que fuera para tanto.

-Pues a muchos parece que si les es así –dijo Lula, que fue empujada por Casi –oye es que, mírala, esa chica en verdad parece salida de un cuento para todos, hasta los profesores la ven como un extraterrestre pero con cabello platinado.

-Oh vaya.

-Tranquila, Cas –le dijo Xavier –dentro de unos días o unas horas esto se pasara y ya nadie le prestará atención a Luna.

Cassandra lo abrazó del brazo, suspirando.

-Oigan, vamos a comer algo tengo hambre desde hace dos clases antes.

...

Justo ahí, en aquel gran comedor, todos estaban en sus grupos de siempre, y como en toda preparatoria o escuela, cada quien en sus puntos frecuentes, donde al menos Luna pudo zafarse de dos chicas que no dejaban de cuestionarla, sentándose sola en una mesa a comer una pequeña merienda, mientras sacaba un libro con un título que Cassandra identificó en latín. Vaya si la chica en verdad quería llamar la atención.

En la mesa sonde estaba ella, Lula, Estefan, Luca y Xavier comían tranquilos, sin que nada los molestara, solo era Cassandra la que no podía despegar los ojos de la chica nueva, sintiendo algo nuevo, algo que le transmitía esa chica con solo estar ahí sentada como una santa.

Casi, se le quedaba viendo en cada clase, como si fuera una clase de amenaza, una de la cual quería zafarse cuanto antes.

-¿Me das una papa, Cassie? ¿Cassie? ¿Casi? ¿Cassandra?

-¿Qué quieres, Lula?

-¿Qué es lo que tanto miras? –Se fijó en su dirección, localizando a Luna en una esquina –oye, deja en paz a la chica, llevas cuatro horas conociéndola de vista y ahora la ves como si te debiera algo.

-Lo sé, es que...

-¿Qué?

-Nada, solo, no quiero que se acerque a Xavi, ya sabes.

-Tranquila Cassie, por Dios, no creo que se fijen las dos en el mismo muchacho habiendo tantos en esta escuela.

-Sí, pero ya sabes cómo es esa parte de las mujeres, no les importa y van sobre el que tú quieres, maldita sea la hora en que se permitió eso.

-De todas formas, no te adelantes a los hechos –miró a una Luna una vez más –pero no vas a negar que es una chica en verdad linda, solo, digo, mírala ¿quién será su madre o su padre?

SeisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora