Seis

16. . . . . .

-¿Qué tú qué? –Dijo con su voz chillona y casi llegando al suelo al escuchar lo que Xavi acababa de decir.

-Baja la voz, eres peor que las mujeres cuando escuchan la historia de una amiga en una fiesta la noche anterior.

-¿Estás escuchando lo que vas a contarme o lo que estás contándome? Tú, el petardo de la clase se quedó a dormir en casa de la chica más atractiva de la preparatoria.

-Primero no soy petardo, segundo, fue un accidente, ya te lo dije.

-¿Accidente? Si claro, despertarse durmiendo en su cama por accidente, eso pasa muy seguido.

-Hablo en serio Luca, sabes que ella no es así, o no aceptaría a nadie así por así en su casa, aunque sea un conocido como tú o yo.

-Es verdad –le dijo a Xavi caminando a las mesas cercanas al bosque de la preparatoria –esa chica es reservada, misteriosa y hermosa.

-Estaba con Luca según recuerdo me dijo eso.

-¿CELOS?

-Estarás idiota, él la acompañó a su casa para que no caminara sola.

-Sabes cómo es Luca con esa clase de cosas, no deja de pensar que es su hermana la que anda por ahí, seguro lo hizo por eso.

-Sí, lo recuerdo y lo sé bien.

-¿Qué es lo que tienes? Otro chico estuviera con pecho elevado si hubiese dormido en la cama de Luna Oconer.

-No es eso...bueno es que...

-¿Qué?

-No recuerdo cómo llegué a casa de Luna, solo la asalté ahí, en las gradas de la puerta de su casa, no sé si la asusté, aunque eso es seguro pero cuando desperté ella me atendió, muy calmada, como si entendiera el por qué hice o actúe de esa forma.

-¿No dijo nada al respecto?

-Por supuesto que dijo algo, pero no mencionó que la haya asustado solo mencionó que fue como una "sorpresa", me atendió cuando no lo merecía por llegar así como así a su casa. Mencionó que me sentía mal.

-¿Y qué más? –Dijo su amigo esperando un punto excitante en sus palabras.

-No recuerdo casi nada, solo haber llegado a su casa, tenerla cerca, y despertar a media noche.

-¿Ni un beso? – Esteban bajó la voz al ver que varios lo escucharon gritar –Xavi, la tuviste ahí y no le pudiste robar ni un solo beso.

-Oye, no estoy seguro siquiera si lo hice así.

-¿Qué? ¿Ibas drogado o algo?

-Puede que tengas razón, pero ni yo lo sé, Luna no me dijo nada de cómo estaba en ese sentido, me da pena que venga y me vea como un...

-¿Estúpido? Seguramente ya te ve así, así que no te preocupes.

-Me refiero a que tal vez la haya dejado con un mal aspecto, quizá ahora ya ni me quiera hablar.

-Lo dudo, Luna no es de esas, quizá actúe un tanto raro pero no creo que te deje de hablar.

-No quiero que se asuste por lo que...por tal vez yo...

-Xavi no puede ser que sigas así por esa chica, ya hace un año de eso, olvídala, si no dejas ir ese pasado nunca vas a saber de lo que te pierdes en el presente.

-No puedo, he tratado Esteban, más de lo que crees que pero el fantasma de esa chica no me deja en paz, no puedo dormir tranquilo, invade mi cabeza a su antojo.

-Y buscaste un refugio en Luna.

-...no lo había visto de esa forma.

-Xavi no sé tú, pero si yo fuera el que estuviera en tu lugar, me desharía de todo lo que puede hacerme recordar a esa chica, todo, fotos, ropa, un brazalete, todo, ella merece ser libra tanto como tú, has estado un año y meses clavado en alguien que no mencionas, no estoy seguro de nada, pero sí de que debes de dejar en paz el tema, o alejaras a los que verdaderamente importan ahora –dijo ubicando a Luna llegar cerca de la mesa donde ellos estaban –si te interesa a esa chica más te vale olvidarte de la otra, ya.

-Esteban...

-Vamos, Xavi, no es por darte un mal consejo, pero chicas las hay y por montones ¿por qué quedarte clavada solo con una?

-Porque esta no era cualquier chica.

-¿A qué te refieres?

Xavi se quedó viendo a un horizonte vacío, analizando si en verdad esa chica fue algo más que algo común y si en verdad ahora, Luna, le interesaba como para poder hacer que olvidara una gran parte de su pasado.

-No creo que pueda olvidarla así como así.

-¡Ay, no puede ser!

-Esa chica fue más de lo que piensas, Esteban, llevo meses tratando de dejarla ir de mi cabeza pero no he podido.

-¿Qué fue lo que exactamente pasó con esa chica "fantasma"? – Esteban se acomodó en su silla.

Xavi vio hacia otra parte, fijando su mirada en Luna, que callada comía unas fresas tan rojas como sus labios y mientras ella hacía eso, y él la miraba, también pensaba en aquella chica y en cómo fue todo de golpe.

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Esto sigue, no se duerman

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