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Sus manos jugaban debajo de su blusa, sintiendo aquel cálido y medio elevado busto. Sus labios parecían hambrientos, con ganas de más, cada vez más el fuego que parecía estar en altas y bajas en aquel lugar se avivaba.

Cuando él se dejó caer sobre la cama, ella aprovechó para subirse en él, sintiendo bajo ella una clase de mensaje que lo hizo marcar cuando volvió a plantar su boca sobre la de ella. No había blusa o camisa ya, solo dos personas que parecían estar descontroladas por algo que muchos humanos degustaban.

Fue dejando marcas por lo largo de su clavícula, tomándola de la cintura, tomándolo de su cuello suavemente mientras gemía en silencio hasta que eso se rompió al no sentir nada que cubriera ya sus pechos.

La dejó sobre la cama una vez más, lamiendo cada centímetro de su cuerpo, de su piel, saboreando cada poro, tal y como ella quiso por muy poco que lo conociera, era aquel chico, lo era.

Ella tiró del labio de él, viéndolo a los ojos, conectando miradas y cuerpos, era como si ese momento fuera irrompible.

Le arrancó la falda y su ropa interior de un tirón, tomándola de sus manos, lamiendo sus piernas, besándolas mientras la escuchaba gemir.

Se mordió su labio.

Estaban en su habitación...

El silencio era necesario...

El silencio quería huir pero ella lo retenía...

Él estaba ahí, era de ella, solo de ella, para ella...

...Cassie comenzó a pasar nuevamente sus manos por su cabello, suavemente, bajando por la cara, los ojos, la nariz, los pómulos, los labios cada centímetro de esta, con tanto cuidado, sin dejar de mantener los ojos cerrados y su cabeza dándole lo que quería. Abrió sus ojos y respiró profundamente una vez que se aseguró que su puerta estaba cerrada con llave, eran cerca de las siete u ocho de la noche, no sabía muy bien y menos cuando en su mente había corrido la imagen de aquel chico de tremendos ojos brillantes y atrayentes.

Sacó el aire lentamente...

Cassandra estaba tirada en su cama, viendo el techo luego de no hacer nada de su tarea. Escuchando el silencio, pesando en todo y en nada, respirando como si nunca antes habría descubierto esa alegría pulmonar.

¿Qué tanto se había metido Xavier en su cabeza y en su vida que ahora no lo podía sacar de su atolondrada cabeza?

Se preguntaba si ese chico llegaría o llegaba a sentir lo mismo o algo parecido o siquiera en el inicio de esto.

Se sentó sobre su cama, estirándose sin poder dejar de imaginar en el sabor de los labios de aquel chico.

Sonrió y cayó nuevamente en la cama, sonriendo como una boba.

...

Dejó tirada su mochila en el suelo y de no ser por la pared se hubiese ido con ella al piso. Era menuda y no había mucho que pudiera hacer con ello. Cerró la puerta de su pequeña y acogedora casa y comenzó a dejar prenda por prenda en todo el piso de su casa, gradas arriba directo a su ducha, donde llegó tal y como Eva estuvo una vez en aquel planeta, se agarró el cabello en un yoyo y abrió el grifo de la tina comprobando que el agua estuviera tibia, bajó un poco la presión, e puso una bata de encaje y bajó gradas directo a la cocina donde tomó lo que ya tenía en mente, espárragos, algo de tofu, aceite de oliva, una uvas, unos pepinillos, y una copa de vino, lo único que tomaba, tomó todo entre sus manos yendo al segundo nivel, donde dejó en la habitación todos los alimentos en la mesa de noche, quitándose su bata y caminando directo a la ducha, relajada o tratando de estarlo lo suficiente.

...

-¿Cómo?

-Lo que oyes –dijo Xavi por teléfono a Luca –la chica vive sola, al parecer sus padres murieron en un accidente o cuando ella era pequeña y se quedó a cargo del ministerio público, ya sabes, esos que cuidan...tú ya sabes.

-Debes de estar jugando.

-No, ella me lo dijo.

-¿Directamente?

-Entre palabra y palaba.

-¿Cómo lo hizo?

-Pues, seguíamos en el tránsito saliendo de tu casa, una que otra cosa de preguntas bobas un cigarro o al menos la mitad de este y seguimos hablando hasta que salió el tema, no me digas nada, ella solo me lo dijo y ya.

-¿Cigarro? ¿Volviste a fumar?

-Ya sabes por qué es.

-En verdad que no puedes liberarte de lo que sea que te haya pasado hace un año ¿por qué no me cuentas hablando ya del tema?

-Oye, lo único que quiero hacer es olvidar esa mierda ya, ya pasó y no necesito que el pasado regrese, tú bien lo dices, el pasado ya se agotó luego de cada nueva actividad que hagas, entonces...

-No me agrada que uses mis frases contra mí, Xavi, pero algo puedo comprender y es que estás totalmente bañado en la mierda que haya pasado hace un año o hayas hecho o te hayan hecho o como sea, las primeras semanas que te vi así pensé que sería pasajero, pero veo que no es ni por poco algo que puedas dejar ir.

Xavi pensó y suspiró.

-No, no puedo.

-Ya, hermano, tranquilo, si fumar te hace olvidar, entonces compra cajas repletas de cigarros, ya no quiero saber o verte con cara de miseria y menos cuando estés cerca de Cassie.

-¿Qué tiene Cassie que ver aquí?

-Oye, es nuestra amiga por casi dos o tres meses, no sé contar –dijo en broma –pero en verdad, algo te digo y es que eres ciego.

-Y lo seguiré siendo si no me dices nada.

-La chica, Cassandra, Casi o Cassie, oye esa chica te adora.

-Y yo a ella.

-No en la forma que ella quisiera ¡Bah! Eres un idiota, te hablo mañana.

-De acuerdo –dijo sin saber si había comprendido algo de aquello.

...

...El teléfono sonó en su habitación y ella escuchó.

-¿Hola? Eh ¿estás ahí?

-El silencio reinó en la habitación y en la ducha.

-¿Hola?

Y colgó, sin permitir más que la calma fuera interrumpida.


...

Voten y comenten desesperadamente locas...

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