Iri iba delante de la carreta que Joe empujaba en medio del supermercado, con aquella, ya iban dos veces que la chocaba con la carreta desde su espalda, pero ella solo lo fulminaba con la mirada, unas dos más y prometía no detenerse a decirle o hacerle algo.
-No me veas así, eres tú la que camina adelante y no a un lado.
-Mejor toma tres frascos de esa especie.
-¿Esta?
-La del frasco medio rojo, te estoy señalando ¡Por Dios!
-Ya, ya, es solo un juego.
Iri se le quedó viendo extrañada. Era raro incluso en lo poco que se conocían, que Joseph quisiera entablar una clase de conversación o juego con ella de esa forma. No le dio importancia y marcó de la lista lo que ya llevaban para ir por lo demás.
-¿Para qué necesita todo esto, Candri?
-¿No oíste o no recuerdas? Sus padres se van a ir por unos meses, va a estar sola en casa solo con los ayudantes, siempre la mandan a comprar cosas para sostenerse.
-Si tiene ayudantes ¿por qué no vienen ellos? No digo que me moleste, pero es lo que todos los que tienen servidumbre, hacen.
-Cierto, pero la madre de Candri quiere asegurarse que ella misma vea por sí sola cuando en realidad se vaya por su cuenta, y eso no sería si ella no hace listas de lo que necesitará.
-¿Algo así como unas dos cajas de preservativos? –Leyó Iri en la lista, haciendo que Joseph le arrancara la lista de la manos, algo sonrojado.
Iri se agarró de la carreta, esperando a la reacción del novio de su amiga que leía "preservativos" como si no dijera eso en verdad, como si la "v" no fuera "v" como si el prefijo "pre" no fuera lo que creía, como si la intención no fuera lo que es, como si fuera un muchacho que por primera vez leía algo como eso.
Joe se le quedó viendo a la chica que se apoyaba en la carreta, sin mayor expresión que ganas de reírse de él, se veía muy gracioso con esa cara de idiota que le pintaba por completo.
-Vayamos por la comida y te dejaré buscar tranquilo los preservativos o condones o lo que sea que usen, en paz, como es debido.
-No digas esas cosas.
-¿Qué tiene de malo? Son novios activamente sexuales, y es más, me agrada saber que Candri no es del club de los "sin condón es mejor", así que, vamos por la fruta y la fibra y te bebes algo, se te fue todo el color de la cara y luego, muy luego, vas a por ello.
-¿Estas de broma, verdad?
-No, ni tanto, camina.
...
El aroma iba de par en par en toda la habitación, como si se tratara de un perfume del que nadie se podía escapar, del que luego de ese momento, nadie pudo escapar. Además de eso, iba añadido una clase de atracción que no dejaba ir así como así las cosas, una especie de estancamiento que hacía que los sentidos volaron en el espacio... era mucho, pero era lo que se necesitaba, lo que se requería, lo que se pidió desde un principio.
Todo aquello era como exactamente lo que muchos han dejado cruzar por sus mentes, lo que pasaba, lo que dejaron pasar...
...
-Son esos de allá –le dijo Iri.
...
El roce de la noche y el dolor abrazados a uno solo para lo que acababa de ocurrir...
...
-Joseph, ponlos en la carreta ¿Joseph?
...
El agua golpeada bajo los zapatos, la noche acariciaba silenciosa lo que pasaba, las calles en total sigilo y ceguera...
...
-¿Joseph?
El chico tenía la mirada perdida en el suelo cuando su mente lo golpeó una vez más con las sombras de su pasado. Iri no lo comprendía, así que se acercó a tomar lo que debía de tomar diciéndole aquí y allá al chico, pero sin obtener una respuesta, hasta que esta chasqueó los dedos frente a sus ojos.
-¿Qué?
-Vaya, deberías dejar de tomar lo que tomas, te está acabando.
-No digas estupideces.
-Si seguimos a este paso y con tu mente haciendo juego con tus sentidos, no vamos a lograr terminar esto, tengo que llegar a mi casa, hay algo que no he terminado de hacer aún –dijo, alargándose para tomar algo pesado de la estantería.
Joe estaba bañándose en sus pensamientos.
-Joseph ¿hablo contigo o no? –Se volvió a alargar, hasta llegar a ponerse sobre la base de la estantería para alcanzar lo que tenía que llevarse.
-Sí, lo que sea.
-Cómo no, creo que...mejor...te dejo solo haciendo todo esto...
Joe la vio estirarse una vez más, haciendo que tanto la base de la estantería como varios productos pesados se movieran de su lugar, le iba a caer encima, y su mente le dio una vez más un golpe...uno que lo hizo moverse pronto cuando la nieve de cosas se iba sobre la menuda chica llamada Iri.
Se lanzó sobre ella, haciendo que los dos se hicieran a un lado, golpeándose espaldas y brazos con el suelo, recibiendo Iri un rasguño con una cosa filosa, mientras Joe un golpe en la pierna con algo pesado.
La chica había caído sobre él, tan apegados, con las respiraciones como si fuera una sola, con la sorpresa y el temor en sus ojos de lo que acababa de pasar, y más cuando Joe le dio la vuelta cuando se dejaron caer varias botellas de vidrio donde ellos estaban...
Pero no se dejaron de ver... ¿qué acababa de pasar?
Sus ojos clavados en los del otro y ya...eso y ya...
...
..
.
Pues se siente rico saber que ganaste todos tus cursos, que podés dormir lo que querás, que podés actualizar capítulo, ya vendré con más...
Acabo de salir de vacaciones.
..
.
Voten y comenten
..
.
ESTÁS LEYENDO
Seis
Mystery / ThrillerSeis y contando Cinco y contando Cuatro y contando Tres y contando Dos y contando Uno. La venganza se cobra ¿verdad? La venganza se paga ¿verdad? La venganza tiene un color ¿qué tal si no es el que debió de ser? Ella. Ella. Novela de término fuerte...