Seis

20. . . . . .

Aquello parecía ser un circo sin fin alguno, ya era la tarde de aquel último día donde la preparatoria invadía una casa hasta más allá de la media noche que parecía ya abrazarlos como los familiares que se han vuelto con ella.

Parecía que aquellos muchachos no tenían fin, o no deseaban tenerlo con semejante inicio aquel que desnudaron en la primera casa de ese festín de fiestas.

Todos ya familiarizados con uno y con otro en el acto de andar y venir en el beso de una u otra droga, una u otra copa abrazados al éxtasis de la noche tan abrazadora y fría que los acogía ya pronto en ese último día de celebración.

Lula y Cassandra estaban buscando a Luna como locas en el centro comercial, aunque esta última no estaba tan segura de sí quedarse así luego de ver cómo Xavi se la había llevado con él la última noche. Pero Lula había insistido y además, las ganas de verle la cara esa tarde eran infinitas.

¿Qué habrán hecho ayer en la noche esos dos?

¿Por qué Xavi y Luna no regresaron a la cocina con ellos?

¿La besó?

¿Qué habrá sentido al besarla?

¿O no la besó?

¿Será que la quitó de encima como le hizo a ella?

¿Ella se habrá lanzado a besarlo?

¿Qué pasó con esos dos anoche? ¿Qué?

-Mejor que quites esa cara de puta amargada que te traes, Cassie, Luna no ha hecho nada malo para que estés con ella de esta forma.

-No me digas nada.

-Estás así casi que desde que la conociste, o sin el casi, desde que la conociste la odias.

-No la odio.

-¿A no?

-No, es solo que esa chica no me trae buena espina, no puedo creer que todos ustedes se mueran por ella porque luce como un suave y dulce pan de Dios cuando en realidad la visten dos cuernos de demonio que solo yo veo.

-¿Por qué diablos dices eso?

-Oye ¿sabes algo de esa chica?

-Claro, he compartido y convivido con ella más de lo que crees.

-¿Y qué es lo que sabes?

-¿A qué viene tu pregunta?

-¿Qué sabes de ella?

-Su nombre es Luna Oconer, tiene 17 años, vivió en Londres y vino acá desde hace unos cinco o seis meses, no tiene familiares, sus padres no están vivos y ahora vive sola en una casa que ella mantiene con un gato como vigilante.

-¿Sabes dónde estudió? ¿De qué murieron sus padres? ¿Por qué se mudó precisamente aquí?

-Sus padres murieron en un accidente automovilístico cuando era una niña de siete años, se quedó a cargo de una abuela que murió cinco años después y veló por ella desde entonces con un herencia que podría tirar hasta en el mar, no sé dónde estudió y se mudó aquí porque era lo más cercano a Londres.

-¿Y por qué teniendo una fuerte herencia en sus manos vino a caer en un lugar de tan poco lujo al que ella seguramente está acostumbrado?

-¿Por qué no se lo preguntas?

-Estarás de broma.

-Oye, no hay nada, nada raro en esa chica, deberías de convivir con ella más seguido y borrarte esa idea de la cabeza de una vez por todas, ella no es ningún enemigo o mala chica o algo por el estilo.