Seis

28 . . . . .

-Lleva tiempo sin aparecer por acá, casi unas tres semanas distantes ¿no la has visto en la escuela, Joe? ¿Joe?

Parecía que su novio estaba en otra sintonía.

-¿Joe?

Candri se paró frente a él, que estaba sentado en el sofá de su sala, sin ver nada más que al suelo, con arañazos en los brazos que se había hecho tras varias noches en vela y pesadilla que había tenido, en los cuales, Candri tuvo que ir a su casa a velar por él y su quietud, y aunque parecía que lo iba logrando de tal forma, era como si, la mente de su novio volvía a estar en tinieblas por el pasado que atravesó.

-¿Joseph? Respóndeme.

-Mm ¿qué? ¿Estás bien? –Le dijo tocando su rostro con sus manos.

-Claro que lo estoy, el que creo que no lo está eres tú, llevas días estando así –dijo ella, sentándose más en el suelo.

-Lo sé, sé que te preocupo pero en verdad, no hay nada de qué preocuparse.

-Eso me dijiste la última vez que te hiciste daño estando en tu casa –dijo, tomándole las manos –Joe, solo quiero que estés bien.

-Y lo voy a estar, lo prometo.

Los dos se quedaron viendo una eternidad reducida en segundos.

-De acuerdo.

-¿No sabes nada de tu amiga? –Dijo él, sorprendiendo a Candri no tanto por la pregunta, sino por quién o sobre quién era la pregunta.

-¿Me estás preguntando sobre Iri? ¿La chica que no te soporta ni tú a ella?

-Solo pregunto por Iri, no por nadie más.

-Vaya.

-Desde hace mucho no ha venido por acá y no contesta a tus llamadas –dijo tratando de no dar claras que no eran –no se...ah ¿no se han peleado?

-¡Claro que no! Eso es lo que también me agrada de estar con ella, de haberla conocido, con ella no tengo ninguna clase de problemas o mal entendidos, todo ronda bien, pero no sé qué pasa ahora –dijo bajando su ánimo, se le quedó viendo a su novio mientras este caminaba de un lado para otro –Joe, es la única verdadera amiga que tengo, no quisiera saber que algo pasó entre ustedes, algo que podría acabar con la armonía que estoy sintiendo.

-¿De qué estás hablando, qué podría pasar con nosotros? Ni siquiera nos llevamos bien para que pasara algo entre nosotros.

-Aun llevándose mal puede pasar algo y no quiero ni imaginarlo.

-¿Qué clase de cosas estás diciendo?

-Que por este inexplicable odio los lleve a algo como hacerme decidir el uno por el otro.

-¿Crees que eso podría pasar? ¿Por quién te decidirías, Candri?

La chica se quedó callada. No esperaba que le preguntara algo como eso. Joe se apoyó en una de las paredes y cerró sus ojos. No acostumbraban a entrar en una pela, y menos cuando la razón no era ninguno de los dos. Candri solo quería entender qué era lo que estaba pasando y por qué luego de tres semanas de no ver a Iri, ahora Joe preguntaba por ella ¿qué era lo que ocurría? Mientras que Joe, solo quería desaparecer, irse de la vida de Candri como si nunca hubiese llegado a su vida.

Y es lo que lo recordaba...recordaba muy bien el día en el que ambos se encontraron, se vieron por primera vez en el vida.

...

Joseph estaba en el mismo bar, por décima sexta vez en dos semanas en las que su mente no pudo descansar, en las que su cuerpo se sentía mal, indigno de ser y estar, dos semanas en las que se sentía la peor de las vidas que pudo andar por todo los alrededores y eso siguió por cerca de unos dos meses, en lo que nadie en su familia parecía poder soportarlo, era doloroso, un peso en la espalda tenerlo, ni sus amigos sabían qué hacer con él, o al menos...los que se habían quedado cerca. Callaba, durante un poco más de dos meses siempre calló, nunca quiso hablar sobre lo que le pasó, no quiso tocar el tema, no quiso ni saber quién era él, sobre lo que pasó, sobre nada de eso...no quería saber de amigos ni nada por el estilo.