65. .

396 31 7
                                    

Seis y contando. Cinco y contando. Cuatro y contando. Tres y contando. Dos y contando. Uno.

Uno. Dos.

Tres. Cuatro. Cinco. Seis.

Uno, dos, tres, cuatro.

Xavier, Joe, Grey, Dan.

Trevor.

El primero.

Había un error, era claro que había un error de eventos y en el conteo dado. Había un error y eso no se lo podían negar.

Llevaba cerca de siete horas armando toda una ruta de evento en su habitación, que se había olvidado de todo lo demás. Necesitaba respuestas y las necesitaba ya. No encajaba nada de lo que había sido dicho, no encajaba algo, las piezas no estaban bien armadas. Había un error de dictado.

Esta ocasión era especial. Había dos pájaros al filo de su cuchillo y no podía esperar más a que el otro regresara ya y se reunieran los dos para tenerlos a ambos a su gusto y antojo, de esta forma, el juego se estaría casi terminando y por fin el orden estaría como debía de ser.


— N-no recuerdo e-el o-r-den.

—Tienes que recordar, lo tienes que hacer.

—Lo-s tr-tres pri-me-ros. El uno, es u-no.

—Recuerda más, necesitas recordar más que eso.

—Él estaba a-hí, él, era...

—¿Quién era? ¿Cuál era?


Todos habían cambiado lo suficiente ese tiempo para dejar de parecer a los que eran hace un año, mal que los ojos ya estaban encima como para no saber el plan y seguir con todo el acto que los acogía.

Pero, una cosa era segura, y era que, para esta vez bajo el cielo que lo vio todo, se encontraba ella al lado diario de la mano derecha del creador de todo este juego. Se encontraba al lado de donde comenzó todo, cambiando tal solo un par de cosas en todo un año.

Su mano derecha estaba ahí, cerca, atento. Él.

Era gracioso, tanto que dolía aún más. 

SeisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora