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5. Joe.


-¿Cuándo ibas a decírmelo?

-Oye, por favor –le pidió ella, caminando con la bandeja de frutas de una punta, a la mesa, discutiendo con aquel chico que estaba en su cocina.

-No, por favor, tú ¿por qué no me lo dijiste?

-Porque sabía que te ibas a alterar.

-¿Me iba a alterar? Es obvio que me voy a alterar, no me dijiste nada de nadie ni nada hasta ahora, cuando faltan quizá solo unos minutos para que esa chica que no conoces cruce la puerta de tu casa.

-Oye, sí la conozco, te lo dije, estuvimos juntas tres meses, los tres meses del retiro, ahí nos conocimos.

-Oh, por favor, no puede ser cierto.

-Dormimos en la cama de al lado, además, era la única chica que parecía agradable de todas las demás que estaban ahí encerradas con nosotras, al decir encerradas no lo digo literal, así que cálmate.

-Pero... ¡Agh! Pedirte algo a ti es como parpadear sin cerrar los ojos.

-No exageres.

-¿Sabes bien quién es esta chica?

-Por supuesto, tres meses de vernos las caras bastaron para conocer mucho la una de la otra, créeme, es agradable, es una de esas pocas chicas que hasta una chica logra conseguir con suerte por la calle, o en un campamento de ansiosas como yo.

-No empieces con eso, no eres una loca desquiciada.

-Sabes que lo soy, pero como sea, ella, esa chica es el "yo también" que necesitaba conocer, sufre ansiedad como yo, solo que ella la padece casi desde que tiene memoria, y yo cuando tuve la menarquia.

-No quiero hablar de eso.

-Tenemos que si quieres que te demuestre que esta chica es de plena confianza. Vamos, solo escucha y cuando ella venga, lo notarás, es toda una buena amiga, créeme.

El chico se apoyó en el umbral de la puerta de la cocina, viendo a su novia, sacando el aire, no podía luchar contra ella.

-¿Cómo se llama?

-Su nombre es Iri Karlsson.

-Vaya nombre.

-No es inglesa, viene de Suecia, tiene dieciocho años, es ansiosa con un grado de depresión o locura que ya conocerás, pero no una que quiera matarla o una que quiera hacerte morir, es algo extrovertida a pesar de todo.

-¿En verdad padece de ansiedad?

-Sí –dijo ella con cuidado –no concilia bien el sueño, tiene alteraciones en su alimentación además de las tensiones y a veces la fatigación que comienza a sentir, falta de aire, además de que durante unas clases, comenzaba a temblar, al principio, cuando le preguntabas de algo, se quedaba en blanco, no respondía, era como si no entendiera tu idioma.

-Es sueca.

-No estoy jugando –dijo ella, lanzándole una uva en la cara al chico –es enserio, esa chica ha mejorado bastante, y sobre todo en lo social, ahora casi ni la puedes hacer callar, o se te queda viendo raro, pero es porque te está evaluando, si se ríe es porque todo podría ir bien entre ella y la otra persona, sino, no.

-Y lejos de la ansiedad, qué más sabes de ella.

-Que vive con dos de sus primas cuando no quiere estar en su casa.

SeisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora