Capítulo 2: El nuevo.

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Todo el establecimiento quedo en completo silencio. El asombro parecía sobrar, ninguno, incluso los profesores y los directivos de aquella escuela no podían creer lo que sus ojos presenciaban.

Como un simple chico había hecho desaparecer un enorme golem con tan solo su mano diestra, era algo que solo pasaría en un cómic, pero debían recalcar que estaban en el mundo real, por lo tanto, ya nadie sabía como reaccionar.

El mismo Lautaro quedo boquiabierto y en completo silencio, admirando el rostro amable y tranquilo del castaño.

-¿estas bien?

Fue cuando Tomas por fin pregunto eso. El joven en completo silencio asintió. El castaño al sentir que ya no tocaba nada mas sacudió su mano derecha un poco para sacarse la tierra y el polvo que quedaron allí y luego suspiro un poco.

-Si, lose, es un poco difícil de explicar, pero...

-¡ESO FUE INCREÍBLE!

Alan lo interrumpió con un grito lleno de emoción, seguido de ello todos los presentes aplaudieron y lo felicitaron por tal acción, el mismo corrió hacia el castaño y extendió su mano.

-Nunca me dijiste que tenías poderes. 

-Bueno... No es algo que se diga en el primer encuentro...

Sentía bastante calidez en ese momento, soltó una ligera risa y poco a poco los demás se acercaban a el para felicitarlo, incluso las profesoras. Pero eso fue algo que decidieron olvidar, dejar pasar de largo, pues no sería bueno si los padres se enterasen que su escuela sufrió tal ataque, no solo podrían considerar locos a sus hijos, sino que a la vez, personas que probablemente creyeran en tales cuentos podrían cerrar la escuela.

Aunque al final, aquella semana había terminado completamente bien.

El año era algo que pasaba demasiado rápido, nadie comentó de aquella vez, fue algo que se quedo completamente olvidado. En tan solo 3 semanas, la escuela entera había olvidado completamente la hazaña heroica de Tomas, pero era algo de lo cual no se quejaba, prefería tener paz a que sufrir por algún acoso típico de los famosos.

A pesar de todo, los únicos que nunca olvidaron lo sucedido, fue el mismo Lautaro y Alan, quienes constantemente hablaban sobre el tema y le preguntaban cosas acerca de su poder.

¿Desde cuando lo tienes? ¿Que puedes hacer? ¿Tienes super fuerza? ¿Eres como Superman? 

Esas y más, eran las miles de pregunta que el recibía por parte de sus 2 amigos.

Al final de cuentas, el joven no se aburría allí. Tenía su pequeño club de fans, que simplemente estaba compuesto por 2 personas, era algo con lo que el estaba satisfecho, no podía pedir mas.

-Sigo sin creerlo, mi amigo con poderes.

-Ya paso un rato -Decía el entre risas- Yo creo que deberías olvidarlo.

-¡Ni loco! -Le grito Alan con emoción- ¡No pienso olvidar eso, maldición, debí grabarlo!

Golpeo la mesa con enojo, en ese entonces Lautaro y Tomas comenzaron a reírse con ánimos, aunque luego el castaño observo al contrario con curiosidad.

-¿Porque solo te ataco a ti?

Ante esa pregunta, todos se quedaron completamente en silencio.

-No lose...-Se quedo un momento pensando mientras veía al techo amarillento de su salón-.

El joven seguía algo curioso, pero al final decidió olvidar la pregunta.

-Debió ser un monstruo que salio de la nada, o algo, nada grave.

El joven alto asintió en silencio, era lo único en lo que parecía querer aceptar. 

Al final decidieron dejar aquel tema de lado y concentrarse en el resto de las clases. 

Todo comenzaría al día siguiente, cuando aquella mujer rubia entro con un cuaderno grande el cual dejo en el escritorio.

-Hoy tenemos a un alumno nuevo... Por favor, pasa.

Unos pasos tranquilos se adentraron en el salón. Un chico un poco más alto que Tomas, de cabello rubio y ojos verdes, de piel algo pálida, usaba una playera negra y unos jeans oscuros, su rostro completamente serio y tranquilo, se sentó solo enfrente de todos. 

La mirada del castaño se fijo en el durante unos segundos, una mala sensación recorrió su mano derecha, como si la misma le estuviera diciendo algo, pero fue una sensación que rápidamente olvido.

-¿Quieres decir tu nombre por favor?

Aquella mujer observo al rubio con una sonrisa tranquila.

-Ezequiel...-Dijo de forma seca mientras miraba sus manos- 

Nadie dijo nada durante unos segundos.

-Bueno, el es el nuevo chico que se integra en este curso... Sin mas, dejo que empiecen con las clases.

Al final la mujer salió a un paso apurado, dejando entrar a la profesora que lengua extranjera. Mientras ella volvía a su oficina, soltó un aliviado suspiro.

-Ese chico me dio escalofríos... Este año estamos teniendo a varios raros...

Decía la mujer rubia con un tono algo cansado y entro a su oficina, pues tenía algo de papeleo que atender.

Los alumnos que miraban a Ezequiel, al instante apartaban la mirada, el parecía no tomarle importancia, aunque se escucho como chasqueo la lengua de fastidio cosa que llamo la atención de la profesora.

-¿Te molesto Ezequiel?

Negó en completo silencio. Sin duda todos parecían tenerle miedo. Hasta que al fin el timbre sonó, por lo que todos salieron al patio para relajarse, Eze fue el único que se quedo allí en silencio, mientras Tomas salía lo siguió con la mirada, solo para que el rubio se la devolviese de manera fría, por lo que decidió seguir e ignorarlo.

Mientras caminaba para salir de aquel patio alguien choco con su hombro con fuerza, volteo rápidamente a ver, un chico mas alto que el, pálido y de cabello negro, usaba un abrigo oscuro y entro al salón del cual había salido.

-¿Sera su hermano?

Se quedó en silencio, pero no le quiso tomar tanta importancia, después de todo, le era algo raro, tenía esa extraña sensación de que algo malo pasaría, pero en todo momento trataba de despejar su mente.

-Ese chico nuevo me dio un susto...

Alan con algo de sorpresa y discreción hablaba.

-Si, tenía esa pinta de... Chico malo, seguro vas a saludarlo y ya te esta moliendo a golpes.

-Tiene un hermano en la escuela -Dijo Tomas agregando- Lo vi entrar al aula...

-¿Enserio? 

Ambos lo miraban con bastante curiosidad.

-¿Para que habrá entrado?

-Capaz le tenía que decir algo.

En aquel salón ese chico de pelo negro estaba frente al rubio.

-Tendrás tu prueba mañana, sera mejor que no falles...

La mirada de Eze estaba completamente baja y seria y asintió.

-Soy fuerte... Voy a molerlo a golpes...

Aquel joven mostró una sonrisa.

-Ese es mi hermanito... Puedes hacerlos pedazos.

El rubio levanto la mirada y observo fijamente a su hermano. el menor con un rostro frío contrario al mayor quien tenia una ligera sonrisa.










The Legend Of TDonde viven las historias. Descúbrelo ahora