La policía llegó tras el llamado de un vecino valiente que decidió avisar de disturbios en la zona, cuando las patrullas llegaron, solo vieron un árbol prendido fuego y un grupo de hombres con trajes allí cuidando a uno que estaba noqueado. Resultó que al final, la mafia Biscotti desapareció tras el encarcelamiento de Tobías, de ese modo, todos sus miembros se dispersaron totalmente y en tan solo pocos días, ya nadie volvió a ver a un miembro de dicha mafia.
Tras la recuperación de su madre, Thom quiso darle a su padre un funeral decente, logrando enterrarlo en un cementerio como era debido. Tomas, Faku y Eze fueron a ese triste momento para apoyar a su amigo, quien ahora, con sus nuevos poderes, le aseguro al castaño una cosa:
"Voy a entrenar este poder y me uniré a tu equipo".
Esas Fueron las palabras de su amigo. Al final de eso, por unos cuantos meses las cosas parecieron normalizarse, todos trataron de vivir su vida normal, como la de cualquier adolescente.
Luego, al comienzo de las vacaciones de invierno de aquel año, se supo que ahora Thom estaba entrenando con un amigo. Ya habían pasado 3 días y Tomas y sus amigos se separaron para disfrutar de sus 2 semanas de descanso.
Era un agradable día, fresco, pero con un brillante sol, indicando que a pesar de todo, había una enorme paz en la ciudad, la gente como era habitual pasaba caminando de un lado a otro, un momento activo en donde todos debían ir a trabajar.
Risas infantiles se escuchaban, signos de felicidad había allí, en un pequeño parque, donde los menores corrían de lado a otro, se subían a juegos y aprovechaban el hermoso día para reír y disfrutar del sol.
En una banca verde, la cual parecía algo vieja ya que en ciertos lugares parecía tener agujeros debido algunos golpes que estas habrán llegado a recibir, allí sentado estaba un chico, un chico rubio de ojos verdes, que usaba un abrigo negro, unos jeans azules y zapatos negros.
Ezequiel estaba aprovechando la tranquilidad de aquel parque, su mirada estaba fija en el azulado cielo, sus ojos se cegaban levemente por el intenso sol, sus manos estaban guardadas en los bolsillos de sus manos.
Cerró un momento los ojos y bajó algo la cabeza para poder mirar a su alrededor, su vista estaba borrosa, logrando ver solo puntos extraños moverse de acá para allá, aunque tras unos cuantos segundos, todo se aclaró para él.
-Es increíble, ninguno de estos idiotas sabe salir aunque sea un rato.
Del bolsillo de su abrigo sacó un celular y se le quedó mirando. Apreció en ese momento la hora.
-13:45...
Solo suspiro con pesadez y guardo el móvil en el bolsillo nuevamente. Su mirada mostraba aburrimiento, frustración, no había mucho que pudiera hacer solo en un simple parque. Miró a su alrededor y suspiró de nuevo.
-Mejor me hubiera quedado en mi cama o haciendo otra cosa.
Su mirada se paseaba por los alrededores de aquel parque, solo quería apreciarlo una última vez antes de que se fuera, sin embargo, sus ojos se encontraron con algo que llamo su total atención.
A unos cuantos metros frente a él, sentada en una banca, una hermosa chica, cabello largo y rubio, de aparentes ojos verdes y piel levemente pálida, usaba un abrigo blanco, junto con una falda y unas medias negras. Una hermosa chica sentada sola en otra banca verde, leyendo un pequeño libro.Ezequiel se quedó viéndola directamente durante unos pocos minutos, pero pronto se dio cuenta de su acción, desvió su mirada rápidamente, pero algo en su mente lo atraía, como si esa chica fuese un potente imán para sus ojos, pues estos nuevamente se fijaron en esa solitaria y hermosa joven.
ESTÁS LEYENDO
The Legend Of T
ActionTomas es un joven normal con extraños poderes. A sus 16 años inicia en una nueva escuela, sin embargo, ciertos acontecimientos revivirán una vieja meta que se impuso desde niño. Conseguir un equipo y salvar al mundo.