The Legend Of T

Capítulo 26: Una noticia que enfurece. Rein reta a Tomas.

El parque estaba simplemente a una cuadra. Tan solo debían cruzar y ya estarían allí. Julio se adelanto emocionado hacia donde estaba Rein y comenzó a charlar con el. Claro que el contrario parecía simplemente ignorarlo.

Tomas y el joven con lentes, suspiraron notándose nerviosos.

-Espero que no lo hagas...

-Sabes como es...-Agrego el joven acomodando sus lentes- Cuando el realmente quiere algo...

-Hace lo que sea para conseguirlo...

Ambos comenzaron a sentir nervios de lo que podría pasar.

Allí, a varios metros de ellos, estaba Julio tratando de hablar con Rein.

-Vamos, amigo, tendrías que verlo, te interesará.

Rein, el joven de cabello negro miraba al frente queriendo ignorarlo, sin embargo, su forma de insistir parecía fastidiarlo.

-Te dije que no me interesa gigante estúpido, deja de molestarme.

El joven alto estaba un poco nervioso, pero trataba de verse optimista y tranquilo.

-No te enojes, es solo una noticia que podría interesarte.

Le dejo su celular en el bolsillo de su abrigo.

-Si te interesa, puedes verlo.

El contrario chasqueo la lengua con fastidio y apresuro su paso hacia el parque. Por lo mientras, Julio volvió con los otros 3 que hablaban tranquilos.

-¿De que me perdí?

Tomas fue el primero en preguntar.

-¿Que fue lo que hiciste?

El joven soltó una risa.

-Nada, trataba de hacer que se nos una, ya sabes, para que no este solo.

El joven de lentes suspiro un poco.

-¿No lo habrás hecho o si?

-¿Hacer que?

-Lo que haces todo el tiempo Julio, buscar entretenimiento.

Al instante negó con las manos.

-¡No no no! ¡Nunca haría eso! ¡Estamos hablando de Rein por favor!

-Justamente...-Interrumpió el otro joven- Hablamos de Rein contra alguien como Tomas, quien sobrevivió a los dioses. Te conocemos.

-Estas esperando ver esa pelea.

Tomas estaba totalmente en silencio, dejaba que sus otros 2 amigos hablasen. Julio suspiro un poco.

-Chicos, les dije que no pasará nada.

Se comenzó a notar inseguro en ese momento.

-El no me escucha, así que no sucederá nada.

Los 2 jóvenes suspiraron.

-Bien. 

-Vamos, quiero ver que películas hay para ver.

Y así, el grupo de 4 camino tranquilamente hacia el parque. Pues el centro comercial les quedaba cerca, mientras caminaban solían charlar y hablar, riendo un poco debido a que contaban algunos chistes.

Rein estaba adelantado y caminaba hacia la otra salida del parque que los llevaba hacia el centro comercial, sin embargo, decidió detenerse y suspirar un poco, se sentó en una banca y quedó allí sentado tranquilo.

Los otros jóvenes por otro lado caminaban lento y entre risas y chistes. Sin duda parecían pasarla bien.

-Siguen siendo los mismos perdedores

Dijo realmente decepcionado y suspiro un poco.

-Si no fuese por Julio quien me consigue victimas para mi, ni siquiera los seguiría.

Hablaba en voz baja mientras observaba aquel grupo de tontos hablar y reír. Entre eso, en su mente paso un recuerdo reciente.

"Debes leer esto, te va a interesar".

Su mano se dirigió a su bolsillo y tomo el celular, se quedó mirándolo con bastante curiosidad, quería saber en cierta forma de que se trataba, quizá, era otra de las victimas que el joven alto le daba.

Estaba apunto de prender el celular para verlo, sin embargo, la voz de Julio lo detuvo.

-Oye, iremos al centro comercial, ven.

Los 4 jóvenes pasaron de largo caminando. El espero un momento y simplemente suspiro un poco. Guardo el celular de nuevo en el bolsillo y decidió ir detrás de ellos con calma, aun mostrando decepción y enojo en su rostro debido a su comportamiento totalmente infantil.

Entraron al lugar. Un enorme y tecnológico centro comercial. la gente paseaba, mayormente adolescentes y amigos que paseaban y charlaban entre risas. Lugares de ropa, de calzado, de deportes, de electrodomésticos, una enorme variedad de cosas para ver y admirar.

Los 5 jóvenes decidieron subir las escaleras mecánicas.

Los jóvenes no dejaban de hablar y reír, todos excepto Rein, quien estaba demasiado concentrado en lo que Julio le había dicho; la curiosidad de saber a quien debía enfrentar era algo que lo inquietaba, sus ganas de ser el mejor, eran muy grandes.

Subieron las escaleras hasta el primer piso y los chicos entraron a una tienda de vídeo juegos. El joven pelinegro se quedó en la entrada con tranquilidad.

Fue en esa ocasión que aprovecho para ver de que se trataba. Retiro el celular, admiro la pantalla apagada durante unos instantes y entonces se decidió.

-Este debe ser mi nuevo objetivo...

Encendió el celular. Allí apareció algo que lo dejo sorprendido. Aquel post, que ahora parecía maldito, ante los ojos del mismo Rein. El post, donde se anunciaba el poder de Tomas, sobre lo fuerte que llegaba a ser si sobrevivió ante un dios y los 3 guardianes.

Con solo leer el titulo, su mano tembló, pero cuanto más leía, más parecía enojarse, con más fuerza apretaba el celular.

Hasta terminar de leer, que fue cuando los jóvenes salían, que la fuerza con la que apretó el móvil, termino por destrozar el mismo.

Hubo silencio. Todos vieron a Rein sorprendidos, no por que halla roto el celular, sino por lo que eso significaba. Julio quedó nervioso, una gota de sudor bajaba por su mejilla. Tomas estaba en silencio.

-¿Que..?

Nadie decía nada, sin embargo las personas que estaban allí volteaban a ver.

-¡¿Que demonios era eso ha?!

Su furia se notó enseguida, su grito hizo un eco brutal en el silencio. Su rostro con enojo admiro al castaño.

-¿Tu? ¿Más fuerte? ¡No fastidies! ¡Sobrevivir a los 3 guardianes no es nada!

Dijo más que furioso, tiro los restos del celular destrozado al suelo y dio un paso hacia adelante.

-¡Tu vas a pelear conmigo! ¡Tomas!

Todos observaron al castaño, quien estaba más que nervioso. Estaba asombrado, era algo que no quería que sucediera, pero estaba pasando.

El joven de lentes le dio un golpe en el estómago a Julio.

-¿Ya vez?

Dijo susurrando. Julio no podía creerlo, su plan había funcionado, pero parte de el se arrepentía.

-¡Tomas, pelea conmigo! 

Dijo Rein totalmente furioso. 

El puño derecho de Tomas se apretó un poco, se puso serio, sabía que rechazarlo sería en vano. Una gota de sudor bajó por su mejilla hasta su mentón, trago saliva debido a los nervios.

Una pelea no muy querida estaba por comenzar.