The Legend Of T

Capítulo 114: Evan. El Dragon Thunderbolt.

La situación había cambiado de maneras increíbles. Entre los escombros de una mansión que casi se asemejaría a un castillo, el cual ahora estaba envuelto en llamas, se elevaba una figura gigantesca, de 70 metros, escamas purpuras, brillantes ojos azules y lo que parecía ser un núcleo en el centro del pecho.

Era un enorme dragón humanoide lo que estaba ante ellos.

La escena era de no creer y realmente nadie sabía que hacer. ¿Cómo enfrentaban algo así? Por primera vez, Tomas estaba confundido. Este enemigo era distinto, no era nada parecido a lo que antes vieron, no era Walter, era algo mucho más poderoso.

- ¿Qué... Carajos...?

Susurraba Ezequiel en shock, era una escena simplemente surrealista, como si estuviera dentro de un cuento.

- ¿Un dragón?

Susurro Fiorella temblorosa. Aún si ella había estado cerca de él, en ningún momento pudo adivinar que este tipo tuviera semejante poder. Las inmensas llamas le daban un aspecto mucho más infernal y terrorífico.

Las manos del castaño empezaron a temblar suavemente del temor que tenía. Era una escena aterradora, las visiones de sus pesadillas empezaban hacerse presente, ese demonio parecía superarlas por mucho, un sudor frío bajaba por su mejilla lentamente.

El enorme dragón abrió su boca, mostrando sus grandes dientes. La electricidad se concentró dentro de esta formando una pequeña esfera que crecía lentamente.

- ¡Tomas cuidado!

Le gritó Ezequiel preocupado, pero el castaño no respondía, su respiración se aceleraba, sus manos continuaban temblando ligeramente, sentía que en cualquier momento su corazón explotaría de lo acelerado que latía, estaba entrando en pánico, por primera vez, el joven estaba aterrado.

- ¡Tomas!

Le grito Fiorella completamente desesperada. De la boca de ese dragón salió un potente rayo de casi 2 metros de anchura, hecho de pura electricidad, este se dirigió sin piedad alguna hacia el chico.

- ¡¡¡TOMAAAAAAAAAAAAAAAAS!!!

Le gritaron ambos completamente desesperados. Ese era un ataque directo y aún así el joven no se podía mover.

Alguien llegó colocándose en medio, un chico alto y algo robusto de piel morena, con 2 espadones que parecían estar hechos de cristal azulado, formo una X frente a el y el rayo dio de lleno contra ambas armas.

El poder era increíble, una fuerza descomunal que empezó a empujarlo poco a poco. Faku cerró los ojos con fuerza mientras empujaba sus espadas, sus pies lentamente eran arrastrados. Un crujido se hizo audible, sus 2 espadas empezaban a agrietarse poco a poco conforme estas aguantaban.

- Maldición...

El cuerpo del chico se rodeo una intensa aura azul y gritando con todas sus fuerzas, logro cortar ese rayo y hacerlo desaparecer, sin embargo sus 2 espadones reventaron cual vidrios, los fragmentos volaron y desaparecieron en el aire.

Las manos del joven de piel morena temblaban ligeramente.

- Un poco más... Y me habría quedado sin las manos...

Susurró el con fastidio y vio detrás de él.

- ¡Tomas reacciona!

El castaño, con una mirada aterrada observó a su amigo.

- ¡Hemos enfrentado demonios peores que esta cosa, no retrocedas ahora!

- ¡Es verdad!

Ezequiel se le acercó rápidamente.