Capítulo 34: El escritor del post. El chófer Sergio.

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Ya había pasado una semana, en la cual paso 3 días en el hospital y el resto de la semana en su casa reposando, sin embargo, era increíble el tiempo que tenía para sanar, incluso los mismos profesores estaban asombrados de su rápida recuperación. 

Pero todo eso había quedado olvidado. El caso de Rein, el error de su amigo Julio, todo eso quedó atrás, ahora, empezando en un frío y tranquilo Lunes. Tomas se levantó de su cama, no tenía vendas, no tenía cicatrices, algo demasiado sorprendente para alguien que sufrió todo tipo de daños.

Ese Lunes había comenzado tranquilo, el joven castaño se levantó de su cama y se dirigió al baño, Lo primero que hizo fue lavarse los dientes, se dio una ducha y al salir, fue a vestirse.

Un pantalón negro y una playera a mangas largas gris, usaba unas medias blancas, para que sus pies no tuvieran frío. Así, el desayuno. Café y galletas, cosas simples, usaba el dinero de ese viejo sobre que le daban cada 2 meses.

Allí estaba el, bastante tranquilo, mientras veía la televisión, solo podía pensar en todo lo que había pasado la ultima semana y del tiempo rápido que había pasado, dándose cuenta de que ni siquiera había tenido tiempo de poder disfrutar de sus vacaciones.

¿Esto era por tratar de ser un héroe? Pensando de ese modo, su sueño técnicamente podría irse abajo. Pero el no hablo sobre eso, miraba la televisión en silencio, termino su taza de café, dejando medio paquete de galletas allí.

Se quedó viendo la tele durante unos pocos minutos. Todo era demasiado tranquilo para el, parecía que al fin podría pasar un rato en paz. Se fue a la cocina con la taza, la lavó, limpio la mesa y guardo las galletas, todo eso no le tomó más que solo 10 minutos, entre eso, su celular sonó durante breves momento.

Un mensaje.

Tomó su celular y lo observo. 

"Ezequiel: 01"

Un mensaje de su amigo. Decidió ver de que se trataba.

"Oye, ¿salimos por ahí?"

Un mensaje tan simple como ese. Una salida con sus 3 amigos. El estaba por responder cuando entonces alguien toco su puerta. Cosa que llamó su atención, se dirigió a la puerta y se quedó parado allí durante unos momentos.

-¿Quien es?

Dijo en un tono fuerte para que aquel que tocase escuchara. Sin embargo, del otro lado de la puerta solo había silencio. Nadie hablaba, eso puso un poco inseguro al castaño.

-¿Quien es? 

Insistió de nuevo, fue allí que obtuvo una respuesta.

-¿Esta es... La casa de Tomas? 

Ahora quien se quedó callado fue el, pues esa pregunta sin duda lo sorprendió. Realmente no sabía que responder. El decir si o no estaba en sus manos. El resultado de su respuesta era su responsabilidad, algo típico de alguien que vive solo.

Trago saliva y decidió mirar por un pequeño agujero que se encontraba en la puerta. Solo podía verse a un hombre con traje, no se llegaba a ver el rostro.

Hubo silencio, no sabia aun que responder, sin embargo, decidió tomar la responsabilidad, no dijo no si ni tampoco no.

-¿Que quieres? 

Respondió ahora con un tono serio.

-Soy alguien que puede interesarte Tomas. Si me dejas entrar, podre hablar como se debe.

Sonaba una voz tranquila detrás de la puerta. En esos momentos el castaño no sabía que hacer. El dejarlo entrar era otro riesgo tremendo y una gran responsabilidad para el que vivía solo.

The Legend Of TDonde viven las historias. Descúbrelo ahora