Había pasado una semana desde aquel enfrentamiento bruto contra los guardianes. Ese día, Tomas, Eze y Faku habían salvado a una madre y a sus 2 hijas de ser sacrificadas. Y seguido a ello, las vacaciones de invierno comenzaron. Por lo que, el equipo en ese momento se había separado, era momento de descansar.
Tras una mañana que parecía ser demasiado tranquila. El joven de cabello castaño se levantaba temblando. Solo usaba una playera blanca y un pantalón corto para dormir en pleno invierno, pero al parecer, era lo único que llegaba a tener en ese momento.
Con algo de sueño tomo su celular y logro ver la hora.
11:40.
Un horario normal para alguien que tiene vacaciones. Decidió no dormir más, por lo que decidió ir al baño para despabilarse y lavarse los dientes. Un día normal, era todo lo que tenía en ese momento. Tras una semana de cuidado, las quemaduras en su estómago, pecho y puño que dejo Dog habían desaparecido. Por lo que, lograba sentirse más relajado.
Fue hacía el comedor, en la mesa del centro solo había un sobre, el cual tomo con tranquilidad, tenía un pequeño mensaje:
"Esto es lo del mes, cuídalo y disfrútalo, besos".
Un mensaje que por alguna razón le daba un escalofrío extra. Aún así abrió el sobre. Bastante dinero como para durar un mes, era lo que se encontraba allí, en parte le aliviaba, el nunca había visto a su madre y su padre, nunca aparecía, por lo que debía mantenerse solo.
Su mirada mostraba cierta nostalgia, hasta que su celular sonó y lo saco de su trance. Tomo el móvil y contestó con calma.
-¿Hola?
Una voz amable y entre risas se escuchaba, junto con algunas mas de fondo.
-¡Oye, te estoy tratando de llamar desde hace rato! ¿Que te pasa?
-Estaba durmiendo -Dijo Tomas en ese momento mostrando una sonrisa- ¿Que tal todo Julio?
-Ven rápido. Nos iremos a ver una película. Solo faltas tu y otro más.
-¿Otro más?
-Ajá.
El castaño suspiro un poco, al final decidió aceptar.
-Muy bien, me daré un baño e iré.
-No te tardes, sino te pierdes la pizza.
Entre ligeras risas termino por colgar la llamada, y rápidamente fue a preparar su ropa para poder cambiarse. Eran sus otros amigos, otros que se encontraban en una escuela anterior. Sin embargo al cambiarse, nunca los había visto hasta ese momento. Por lo que en cierta forma se alegraba de poder pasar el rato con alguien.
Lista la ropa, inmediatamente fue a darse un baño con agua caliente y rápidamente se vistió. Lo de siempre, una playera naranja, su abrigo verde, unos jeans azules y zapatillas negras y azul. Tomó su celular, sus llaves y salió directamente al punto de encuentro, ya sabía donde se encontraban siempre, por lo que no le era problema saber donde sería.
Su anterior escuela.
Su camino era muy tranquilo, había un ligero sol, el cual a veces se asomaba entre las nubes para dar una ligera calidez, antes de volver a esconderse y volver al frío. Llego a la parada el autobús y se quedó ahí, callado y tranquilo.
Al no tener bolsillos, junto sus manos y las frotó un poco para calentarlas, miró al cielo, aquel cielo azul cubierto por algunas nubes.
-Me pregunto como estarán los chicos...
El autobús llegaba, por lo que el extendió una mano para pararlo y subió, debía admitirlo, extrañaba a sus 2 amigos, sin embargo, eran vacaciones, un momento que se podría tomar para relajarse, aún si eran 2 semanas, bastaban para calmarse el tiempo suficiente antes de volver a lo suyo.
Pagó el pasaje y se sentó, su mirada quedó en la ventanilla, viendo el viaje, el paisaje de una ciudad tranquila, que sin embargo, no era tan tranquila. El sabía la verdad, una que la mayoría ignoraba. O que para todos, simplemente les era imposible de creer.
(Los dioses gobiernan todo esto... Y nosotros detuvimos ese sacrificio para calmarlos...)
Pensaba Tomas, con un rostro serio y atento al paisaje.
(Eso significa... Que ahora nosotros somos su objetivo... Ellos se nos vendrán encima...)
Soltó un suspiro.
-Que vida la mía...
Estaba llegando a su destino. Por lo que rápidamente se levantó y se preparó para bajarse. El transporte lo dejo en la esquina de su destino inicial, por lo que bajó y camino lo poco que quedaba para llegar.
Allí a lo lejos, había un chico alto, de cabello revuelto y castaño, de ojos oscuros, que se acerco con una sonrisa.
-Al fin llegas Tomas.
Un joven de cabello un poco más largo, de piel ligeramente morena, se acercó a darle palmadas en la espalda.
-Bienvenido... Hacía tiempo que no te veía.
Un chico un poco mas bajo y con lentes, se acercó tranquilo para estrechar su mano.
-Has estado bien. ¿No?
El joven castaño asintió con una sonrisa.
-Si, me alegra verlos chicos. Hace tiempo que no los veo.
-Lo mismo digo -Julio fue y le dio un golpe en la cabeza- Desde que desapareciste ya nada fue lo mismo.
El joven cerró los ojos un poco.
-Lo siento...
Julio suspiro un poco.
-Solo falta que el llegue.
-¿El? -La curiosidad de Tomas despertó- ¿Quien es el?
-El... Bueno... No es alguien de quien debamos hablar más.
-¿Porque lo dices?
Sintió un empujón en la espalda. Como si alguien aproposito lo hubiera empujado y apartado del camino, su mirada se dirigió a la que lo provocó, solo para percatarse de una figura casi más alta que el.
-Apártate estúpido... Estoy pasando...-Dijo una voz fría y enfadada-.
Tomas volteo a verlo con algo de fastidio. Al parecer, la persona que esperaban había llegado. Con cierto desanimo suspiro.
Sabía que las cosas ya no empezaban como el esperaba.
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The Legend Of T
AcciónTomas es un joven normal con extraños poderes. A sus 16 años inicia en una nueva escuela, sin embargo, ciertos acontecimientos revivirán una vieja meta que se impuso desde niño. Conseguir un equipo y salvar al mundo.