Evan tenía una mirada bastante tranquila. Solo mostró una sonrisa.
- Ya te decidiste ¿verdad?
El castaño no le respondió. Tras terminar de tronar sus nudillos levantó sus puños a la altura de su mandíbula, sus pies se separaron lentamente comenzando a ponerse en guardia. Tomas no practicaba un estilo marcial definido, su estilo de pelea podría definirse como uno callejero.
Evan continuaba sonriendo tranquilamente.
- ¿Sabes? A mi hermano le decían... "El As del rayo".
Tomas estaba completamente callado, mantenía aquella guardia en completo silencio mientras el hombre frente a el tronaba sus nudillos y seguido a ello su cuello.
- Si. Admito que era genial controlando el rayo. Ya debes saberlo ¿No? Muchos pueden decir que dominar un poder demoníaco o Angelical es difícil, pero no... Los elementales son difíciles. Controla mal el fuego y terminaras quemándote a ti mismo... Controla mal el agua y puedes incluso inundar el mundo... Controla mal el rayo y puedes causar un desastre natural simplemente espectacular.
El chico aún no se movía, pero entonces notó algo, una pequeña chispa eléctrica salió del cabello blanco de Evan, fue algo tan espontaneo y rápido que un ojo normal no habría podido detectarlo, pero para alguien con la visión como la de él, fue algo que paso de manera muy breve.
- Y por supuesto... ¡Somos hermanos!
Con una amplia sonrisa, el hombre de 2 metros de alto desapareció dejando en donde estaba pequeñas chispas eléctricas que desaparecieron en el aire, los ojos de Tomas se abrieron ampliamente de la sorpresa, estos empezaban a moverse de lado a otro queriendo saber adonde había ido, adonde atacaría, que pasaría.
Entonces sintió de golpe un poderoso estruendo en el estómago, un dolor simplemente increíble, una fuerza abrumadora que lo dejó sin aire, el enorme puño de Evan se hundía con ferocidad en el estómago, como si lo quisiera apuñalar con sus propios nudillos.
Los pies del chico poco a poco dejaban de tocar el suelo conforme aquel hombre de 2 metros empezaba a elevarlo con su puño y sin dificultad alguna lanzó el cuerpo del castaño volando hacia el cielo como si arrojara una pequeña piedra.
Fiorella se vio asombrada al ver como el cuerpo de Tomas volaba cual muñeco sin ninguna dificultad, podía ver su figura en la enorme luna que para ese punto era enorme.
Evan solo mantenía una sonrisa maliciosa mientras movía sus pies un poco y volvió a desaparecer, dejando donde estaba nuevamente chispas eléctricas que desaparecieron en el aire.
No contento con eso, el segundo dios le dio un fuerte rodillazo al estómago y para evitar que su cuerpo volara más alto, un codazo en la espalda, un increíble dolor invadió su cuerpo de golpe. De su boca empezó a salir sangre y cerró los ojos con fuerza.
- ¡Que pésima manera de comenzar un combate maldito mocoso!
Gritando de enojo, golpeo la cabeza del chico haciendo que este cayera en picada directamente contra el jardín. El impacto fue increíble, la tierra se elevó por los aires, casi unos 10 metros hasta caer casi como una pequeña lluvia.
El cuerpo sucio de tierra estaba en un cráter intentando levantarse, con la manga de su abrigo limpió su boca y apretó sus puños.
- Carajo...
Evan cayó justo enfrente del cráter con una sonrisa.
- Me estoy conteniendo bastante niño. ¿Y bien?
Tomas se puso de pie, al hacerlo su espalda hizo un fuerte tronido, pero logro reincorporarse y ponerse en guardia nuevamente.
En el portón, los chicos habían notado esa enorme explosión de tierra. El rubio volteó un momento curioso, pero tuvo que prestar atención nuevamente a la chica, quien le lanzó una rápida patada al rostro, por suerte tuvo los reflejos suficientes para poner sus brazos frente a el, el impacto fue bruto, logró empujarlo unos cuantos metros hacia atrás, arrastrando sus pies.
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The Legend Of T
AcciónTomas es un joven normal con extraños poderes. A sus 16 años inicia en una nueva escuela, sin embargo, ciertos acontecimientos revivirán una vieja meta que se impuso desde niño. Conseguir un equipo y salvar al mundo.