Las clases habían terminado, tras lo sucedido con la quinta diosa Elizabeth, la directora de la escuela decidió dejarles el pase libre al otro año como agradecimiento por haber salvado la escuela. Eso fue un gran alivio para los 3 chicos, quienes no tendrían que dar ninguna materia, habiendo pasado de año automáticamente gracias a su heroísmo.
Aprovecharían los momentos de vacaciones para poder arreglar los desastres que la pelea había causado, por lo que no se tendrían que preocupar mucho.
El calor empezaba a llenar la ciudad, el verano estaba comenzando y todo parecía estar más tranquilo. Tomas estaba viajando con Serg, su chófer, en medio de la ruta, con una sonrisa tranquila, viendo a la ventanilla.
-Hace mucho tiempo que no voy de visita -Dijo el mayor conduciendo- Debe seguir igual que siempre.
-No lo niego -Dijo el castaño con una sonrisa- Siempre ha sido igual.
-Ella te debe extrañar ¿o no?
-No lo niego, yo también la extraño -Dijo el joven sonriendo- Espero verla.
-Ella también lo espera -Dijo sonriendo Serg-.
Si, ambos estaban viajando hacia otro lado, un pueblo. Tomas iría de visita, había una persona importante en su vida que quería visitar aprovechando el hecho de que tenía un gran tiempo libre, por lo que no estaba mal visitarla.
Si, Tomas estaba haciendo un viaje para visitar a su abuela.
El viaje era tranquilo, largo, pero muy tranquilo, mucho silencio había en el vehículo, uno estaba concentrado en el camino y el otro concentrado en el paisaje rural que lo rodeaba. Las horas pasaban, pronto era la tarde, el vehículo llegó a un pueblo chico, pero muy tranquilo, no habían muchas personas por allí y las pocas que habían estaban paseando a sus perros o incluso se podían ver a los chicos jugar en una pequeña plaza de allí.
Era un lugar muy amigable y eso hacía que Tomas se sintiera como en casa.
Pronto, el vehículo llegó a una casa muy normal, de color morada, el joven bajo del auto y camino hacia la puerta, pero sin tiempo para abrirla, pues alguien ya lo había hecho.
-¡Si viniste!
Dijo una voz joven y femenina con mucha emoción. Frente a él había una hermosa mujer de unos 19 años, de cabello largo y rojo, un cuerpo perfecto, era una chica muy linda.
Quien al ver al joven castaño lo abrazó con fuerza y empezó a llenar su rostro de besos.
El rostro de Tomas estaba totalmente rojo.
-¡A-Abuela!
Dijo el, llevando sus manos a los hombros de aquella chica, a quien acababa de llamar abuela.
Serg entro llegando un bolso mientras sonreía.
-Dejala, no te ha visto en años -Dijo el mayor sonriendo- Que gusto verte Felizia.
La chica se acercó al mayor y lo dudo amablemente, para luego abrazarlo.
-Gracias por cuidarlo, enserio.
-Era mí deber.
El joven suspiro un poco, sentía que aquella chica era una de las pocas personas que se preocupaban por él.
-Vamos entren, les prepararé un café.
Dijo Felizia entrando a su casa. Los 2 chicos entraron, siendo recibidos por un perro pequeño que ladraba con bastante felicidad. Daba saltitos pequeños queriendo estar sobre el joven, quien al verlo, este cargo al animal y le lleno la cabeza de besos.
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The Legend Of T
ActionTomas es un joven normal con extraños poderes. A sus 16 años inicia en una nueva escuela, sin embargo, ciertos acontecimientos revivirán una vieja meta que se impuso desde niño. Conseguir un equipo y salvar al mundo.