Capítulo 31: ¿Tomas apunto de morir? El enojo de Rein aumenta.

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Parecía una escena típica de terror. Las luces completamente apagadas de un enorme centro comercial, iluminado por las pocas luces de la calle, de algunas ventanas que se encontraban por allí, un chico de 16 años, lleno de golpes, sangre y heridas, con sus puños elevados hasta la altura de su pecho, su respiración, agitada y pesada, muy cansada en esos momentos, sus ojos, fijos y atentos hacía aquella figura, hacía aquel monstruo que quería enfrentar. Su ropa, una playera naranja roya y sucia, unos jeans igual de rotos y sucios.

Estaba allí parado, en la destrozada planta baja. Frente a el, o, mejor dicho, sobre el, en el primer piso, un joven de cabello negro totalmente despeinado, con unos cuernos que sobresalían de su cabello que cubría su frente. Unos ojos purpuras brillantes y unos colmillos por dientes. Una mirada asesina y llena de odio vista desde un monstruo rodeado por un aura negra y detrás de el, unas enormes alas negras que se movían de arriba abajo lentamente, como si fuesen 2 especies de tentáculos.

Allí, a metros de la destrozada puerta de vidrio, habían 3 chicos. Amigos de nuestro protagonista, quienes, temblaban totalmente asustados y nerviosos, sin embargo, sus razones para quedarse allí, parecían ser simples. Esperanza, sabían que su amigo saldría, que el ganaría, eso querían creer.

-Vas a caer.

Aquel demonio habló con un tono frío y dando un solo paso, se dejó caer del primer piso para así ir a la planta baja, cabía decir que de la misma hasta el primer piso, eran unos 10 metros, el lugar era bastante grande. Allí mientras comenzaba a caer, movió rápidamente una mano hacia adelante, provocando que una de aquellas alas se moviera y se extienda rápidamente hasta donde el estaba. Aquella tomaba velocidades tremendas, que dejó asombrado al castaño.

Con los sentidos suficientemente agudos logró dar un salto hacia atrás, evitando que aquel tremendo golpe lo aplastara, sin embargo, no se detenía, su oponente lanzaba manotazos al aire, lo que provocaba que sus enormes alas negras comenzaban a lanzar azotes por todos lados, queriendo impactarle uno golpe a su enemigo, quien, se dedico a moverse y esquivar, como podía.

Aquellos azotes llegaban a ser tan brutos, que resonaban como tremendas explosiones, sacudiendo el suelo y las paredes del lugar, llegó un punto en donde entonces, una de aquellas alas golpeo el techo e hizo que parte del mismo se llegase a caer, tapando lo que era la única salida.

Eso lo asombró un poco, sin embargo, esa simple distracción para el fue bruta. Sintió un tremendo golpe en la espalda, uno dado por aquellas gigantescas alas que, lo dejo demasiado aturdido, el tremendo dolor hizo que soltase un tremendo grito y vomitase sangre. Salió volando varios metros hasta una cafetería.

Fue un bruto impacto. Allí, a unos cuantos metros de el, cayó Rein de pie, su mirada se fijo en el joven castaño, quien se encontraba algo débil, pero que sin embargo, segundos después, comenzó a levantarse.

-Eres demasiado resistente. Quizá para eso sirves, como bolsa de boxeo.

Dijo directamente de manera tranquila. Allí, estaba levantándose Tomas, quien estaba tosiendo con fuerza, su respiración era muy acelerada, su limite y la fatiga le estaban ganando, no parecía poder soportarlo.

-Pronto no podrás más, te mataré.

Dio un paso hacia el, luego, comenzó a caminar, se dirigía hacia nuestro protagonista, con la intención de rematarlo.

El joven no sabía que hacer, estaba demasiado cansado, sus puños ya no podían ser presionados con tanta fuerza, ahora, solo estaban colgando a los lados de su torso, no, no estaban quebrados, solo no tenía la fuerza para moverse mucho, parecía que estaba por caer en cualquier instante, su mirada estaba algo borrosa, no podía distinguir muy bien lo que había frente a el.

The Legend Of TDonde viven las historias. Descúbrelo ahora