The Legend Of T

Capítulo 110: Alma decidida. Parte 1.

Fue sorprendente. No sabía quién era su oponente, ni porque estaba ahí. Pero si sabía algo, algo muy obvio. Lo quería muerto.

Alrededor de 15 fragmentos de vidrio volaron contra él a 2.000 m/s. Se mostró asombrado.

- Maldi...

No tuvo otra opción, sus brazos fueron justo frente a el en forma de X de manera que cubriría su rostro y su pecho. Un fragmento se clavó firmemente cual flecha en su brazo izquierdo, otro en su brazo derecho, otro en su pierna izquierda, otro en su hombro derecho, otro justo en la mano izquierda y así, atravesaron su cuerpo por todos lados, incluso su estómago.

- Eso es algo inesperado.

Dijo el enmascarado con un tono bastante tranquilo. La sangre empezaba a manchar su abrigo negro, su playera del mismo color empezaba a gotear sangre, sus jeans azules se teñían lentamente de rojo.

El dolor le era intenso, intentaba mantener su respiración tranquila para no entrar en pánico. Sus piernas le temblaban ligeramente, parecía que perdía su fuerza poco a poco.

- Si no puedes esquivar algo tan simple como simples pedazos de vidrios ¿Cómo venciste a Walter? -Se preguntaba el hombre- Eres decepcionante...

Si bien Tomas se había podido recuperar por completo tras su pelea con Walter, era la falta de sueño y el estrés mental lo que de alguna forma lo desconcentraba. Sus brazos cayeron ya débiles por el dolor.

Miro a los lados, no había nadie, ni siquiera un auto que pasara, eran solamente ellos 2 en una ciudad completamente vacía. Quiso retroceder, pero el dolor de sus piernas fue tan intenso que cayó al suelo, un quejido salió de él.

El enmascarado lo miraba con suma calma, movió los dedos de su mano derecha y los fragmentos de vidrios salieron de su cuerpo de manera brusca, lo que hizo que el chico gritara de dolor.

Poco a poco la sangre se acumulaba en el suelo, el dolor era bastante intenso, cerró los ojos con fuerza, no podía siquiera pensar. El hombre solo acomodó su corbata con la mano izquierda, la cual guardó nuevamente en su espalda, solo movería su mano derecha.

- Muy bien... Si así serán las cosas. Mejor voy a matarte rápido.

Levanto su mano derecha lo más alto que pudo, los fragmentos de vidrio empezaban a juntarse poco a poco, incluso lo más pequeños que quedaron por el suelo, todo se juntó para formar una lanza hecha de vidrios rotos.

El castaño lo vio de reojo con bastante asombro. Una lanza de alrededor de 2 metros hecha únicamente de fragmentos de vidrio, la larga punta de esta goteaba un poco de sangre, para el era como ver un animal salvaje goteando saliva ante su presa.

Por alguna razón el estaba teniendo miedo. Quería pedirle ayuda a Ezequiel, a Faku, incluso a Thom. El enmascarado, sin embargo, no mostraba mucha expresión, a pesar de que tenía una máscara, podían verse unos ojos azules, que realmente se veían tranquilos.

- Muere.

Apretó su puño derecho con firmeza y la lanzó voló a una velocidad tremenda hacia Tomas.

Fuera de la dimensión espejo. Thom estaba charlando con uno que otro compañero de su clase, con curiosidad vio detrás de él. Justo donde su amigo debería estar.

Pero no había nada.

Se vio un poco preocupado. El fuerte timbre anunciaba la hora del ingreso a clases. Que el no se encontrase ahí le preocupaba. Miro de reojo la puerta y a pasos rápidos fue hacia allá, donde hace tan solo pocos minutos su amigo se encontraba.

Había silencio, no solo porque en la dimensión paralela no hubiera ninguna persona o vehículo, sino porque ninguno soltaba una palabra. Hasta que...