Todo parecía haber terminado en tan solo instantes. Tomas había sido vencido, Tatiana, quien estaba escondida viendo el destrozado cuerpo de ese chico allí, no pudo hacer otra cosa más que llorar, pues la única esperanza que parecía tener había sido rota totalmente.
Allí solo se encontraba el demonio Azamel, poseyendo el cuerpo de Alejandro. Tenía un traje elegante que ahora estaba sucio, sin embargo eso no parecía molestarle, la satisfacción de saber que había ganado, soltaba una fuerte risa mientras extendía sus manos hacia los lados y admiraba el rojizo y extraño cielo de Inframundo.
-Ese mocoso no tenía oportunidad -Decía entre risas- ¡Soy el demonio más fuerte de todos!
El no podía dejar de reír, totalmente emocionado y contento por su gran victoria, ya no habría nadie que lograse enfrentarlo, después de todo, era uno de los demonios más poderosos de todo el mundo.
-¡Ni siquiera esos imbéciles podrían pararme!
En ese instante, su sonrisa se fue, su risa paró, una rara presencia parecía molestarlo, volteó rápidamente a ver hacia su izquierda, notando de quien se trataba.
Un joven de piel morena, cabello negro, con la vestimenta ligeramente sucia y rota, se lanzaba contra ese demonio, apretando su espadón con bastante fuerza.
-¡Aléjate de mi líder!
Rodeando el gran filo de su arma con un ligero brillo azulado, lanzó un corte horizontal contra el pecho de aquel demonio, aplicando su ira, la cual se había transformado en fuerza. Sin embargo, el joven de traje con una sonrisa y usando sus manos desnudad, detuvo en seco el gran espadón, cosa que asombro a Faku totalmente.
-Que...
Con una sonrisa apartó el arma y a una velocidad que parecía asemejarse a una especie rara de tele-transportación, apareció frente al joven de piel morena, para darle un bruto gancho al estómago, la fuerza fue bastante bruta, haciendo que los pies de este dejasen de tocar el suelo y fuese únicamente ese puño el que lo sostuviera.
Los ojos de Faku se volvieron totalmente blanco mientras escupía sangre, tan solo ese golpe basto para que perdiera la conciencia, apartó su puño y dejo caer el cuerpo del joven al suelo, allí ni siquiera se movió.
Directamente otra presencia comenzó a sentirse, pero esta lo hizo sonreír.
-Me fallaste... ¡Maldito!
Volteó rápidamente y lanzó un bruto puñetazo, el cual chocó con el fuerte golpe de un chico rubio, que tenía algunos golpes y la ropa ligeramente rota y sucia, era Ezequiel, quien estaba viendo a ese demonio con unos ojos llenos de ira.
-Maldito seas...
Dijo con un tono el cual únicamente el podría escuchar y entonces, debido a una ligera onda de viento, se apartó, cayendo de pie a varios metros de el. Sus miradas estaban fijas en ese instante.
-Tu modo posesión no es normal, eso debo admitirlo, Pero un descontrol así debe significar una cosa...
Dijo viendo al chico sonriente, este comenzó a sudar ligeramente, era obvio que sabía su pequeño secreto, trago saliva y elevó los puños hasta la altura de su pecho.
-Eres mitad ángel, ¿verdad?
El en ningún momento dijo nada. Le daba la razón.
-Un mitad ángel y mitad demonio es algo muy poco común, pero eso explica porque te descontrolas al usar tu modo posesión... Tu parte de ángel la rechaza completamente, eso hace que ambos poderes choquen y se provoque un descontrol total. Eres interesante niño.
ESTÁS LEYENDO
The Legend Of T
AcciónTomas es un joven normal con extraños poderes. A sus 16 años inicia en una nueva escuela, sin embargo, ciertos acontecimientos revivirán una vieja meta que se impuso desde niño. Conseguir un equipo y salvar al mundo.